Los frutos de las inversiones en los yacimientos de shale que YPF encaró en Loma Campana y otras áreas de Vaca Muerta ya están a la vista. Las destilerías reciben la materia prima proveniente de este yacimiento, de buena calidad, y con ella obtienen naftas que luego destinan a las estaciones de servicio. Según Surtidores, a medida que incremente las operaciones y acompañe con obras en sus refinerías de La Plata, Buenos Aires, Luján de Cuyo en Mendoza y Plaza Huincul en Neuquén, podrá crecer aún más en la venta global de combustibles en el segmento minorista, actualmente del 60 por ciento. El especialista Eduardo Barreiro estima que el volumen de shale que está utilizando YPF para refinar productos terminados es de aproximadamente 22.000 barriles por día. “Aprovecha todo lo que produce”, asegura. Gran parte de este stock “termina en naftas después de ser procesado en varias plantas”. Aclara que “también se produce gas oil pero poco, porque en general el shale oil es liviano”. Técnicamente, los crudos que se sacan del subsuelo son parafínicos y de buena calidad, aptos para las refinerías locales. Por eso es que las principales compañías que operan en dowsntream analizan inversiones para ampliar las instalaciones en el mediano y largo plazo. Con estas perspectivas, AXION destinará u$s 1.200 millones a su complejo de Campana. Corre con ventaja, porque una de sus empresas accionarias es PAE, segunda en participación de mercado. YPF, que también integra toda la cadena de producción, se mueve en valores similares, mientras que Oil Combustibles analiza colocar varios millones en su central de San Lorenzo.