La devaluación del yuan chino conmovió a los mercados financieros y golpeó a las cotizaciones del petróleo, que cayeron un 4%, debido a la especulación acerca de una menor demanda de materias primas del gigante asiático que empujará a la baja de los commodities. El petróleo de Texas, que se negocia en Nueva York, perdió un 19% en 2015, que se suma a la caída del 46% durante 2014. La variedad Brent, de referencia en Europa, retrocedió 15%, tras desplomarse un 48% el año pasado. El crudo en EE.UU. cayó 4,2%, u$s 43,08 el barril, mientras que el Brent bajó 2,4%, a u$s 49,18. Según Infobae, desde la estatización de la mayoría accionaria de YPF en abril de 2012, en la Argentina se vive una realidad diferente a la del mercado global de hidrocarburos, pues el Gobierno decidió sostener un precio del barril en el mercado interno a u$s 77, como incentivo para incrementar la producción en el país, en el marco de déficit comercial en materia de energía. Es decir que con cotizaciones entre u$s 43 y u$s 49 por barril, a las petroleras no les conviene exportar, sino vender su producto fronteras adentro a los u$s 77 del crudo «Medanito», pues el valor de extracción del campo neuquino fue establecido como referencia. Ese valor superior impide que se reduzcan los precios al público. Desde la estatización de YPF, en abril de 2012, los combustibles en la Argentina se encarecieron 130%; mientras que el barril de petróleo vale 58% menos, desde los u$s 103. Así, los precios de expendio locales son de los más altos de la región, apenas superados por los de Uruguay, un importador neto de petróleo, donde se paga u$s 1,48 el litro de súper.