Según las proyecciones del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas
En los próximos 20 años, la demanda de gas en la Argentina alcanzará un promedio de 234 millones de metros cúbicos diarios, lo que tornará vital la ampliación de los actuales sistemas de transporte y distribución.
Para 2035, el consumo gasífero promediará los 234 millones de metros cúbicos (m3) por día en todo el país, según estimaciones del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG). Por ende, durante las próximas dos décadas, la exploración y producción, y el mejoramiento de la infraestructura de transporte y distribución, requerirán inversiones cercanas a los u$s 6.000 millones por año.
“Esa cifra se obtiene incluso con presupuestos optimistas de reducción de la intensidad por persona de un 10% para el gas y de un 12% para la electricidad, y bajo la premisa de la aplicación de un plan de expansión del sistema eléctrico que consolide una diversificación de la matriz energética y reduzca la participación gasífera –que hoy supera un 60%– a menos de un 50%”, aclara el informe, denominado “Vaca Muerta al hogar de los argentinos”.
De acuerdo con el IAPG, se precisarán desembolsos anuales por alrededor de u$s 1.100 millones en materia de extensión de gasoductos y obras de sustentabilidad en el transporte, por u$s 620 millones en ampliaciones de redes, planificación de recursos empresariales y modernización tecnológica en el ámbito de la distribución, y u$s 290 millones adicionales en relación con las instalaciones internas de los clientes. “Cotejando las inversiones en el upstream y las del downstream del gas, se concluye que por cada u$s 3 invertidos en el primer segmento se requerirá u$s 1 en el segundo”, indica el estudio.
En ese sentido, está previsto que la cantidad de clientes se eleve en más de 5 millones hasta 2035, por lo que se llegará a un total de 13,2 millones. “La red de distribución crecerá en más de 86.000 kilómetros. Y las inversiones para ampliaciones, innovación tecnológica, nuevas instalaciones internas y sustentabilidad de la infraestructura serán de u$s 20.000 millones en el horizonte 2013- 2035”, calcula el trabajo.
Objetivo estratégico
A decir de Ernesto López Anadón, presidente del IAPG, en 20 años los usuarios pasarán de los 8,19 millones actuales hasta un total de 13,2 millones, lo que significará un alza de un 63%. En términos de demanda proyectada, la suba será de un 83% desde los actuales parámetros. “Esto representará un enorme desafío que involucra a toda la cadena de producción, transporte, distribución y utilización de la energía. Sortear dicho reto debe ser el gran objetivo estratégico para el país, considerando la enorme participación del gas natural en la matriz energética nacional”, remarcó.
Según las previsiones del IAPG, debe esperarse una racionalización del consumo de gas de un 10% hasta 2024 y una fuerte expansión de la matriz energética con la incorporación de 9,6 gigawatts (Gw) provenientes de centrales hidroeléctricas, 1,5 Gw de dos nuevas centrales nucleares y 11 Gw de fuentes renovables. “En el corto plazo, el aporte del gas no convencional reemplazará al combustible alternativo líquido y limitará las importaciones de gas natural licuado (GNL), mientras que en el mediano plazo lo sustituirá de manera total, lo que traerá aparejado un fuerte ahorro de divisas. Finalmente, para el largo plazo se requerirían ampliaciones de entre 70 y 130 millones de m3 diarios de capacidad en los sistemas de Transportadora Gas del Norte (TGN) y Transportadora Gas del Sur (TGS), así como entre 4.300 y 8.000 kilómetros de nuevos gasoductos y plantas de compresión”, completó. ›|‹