Si bien el Gobierno nacional implementó medidas contracíclicas para intentar morigerar el impacto en el mercado interno del derrumbe del barril internacional del petróleo, en el primer semestre del año se evidenció una ralentización del nivel de actividad en los yacimientos locales de petróleo y gas.
De un informe privado al que tuvo acceso El Inversor Online se desprende que en el primer semestre del año se desafectaron 10 equipos de perforación que estaban en actividad en diciembre del año pasado. A fines de julio se contaban 10 unidades de drilling operativas en la industria argentina contra las 128 que estaban activas en diciembre y las 132 en funcionamiento a enero de 2015.
Pocos días antes de las fiestas del año pasado -el 23 de diciembre-, el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció un acuerdo entre los actores vinculados con el negocio de combustibles (productores, refinadoras, gobernadores, sindicatos y empresas de servicio) según el cual el Gobierno se comprometía a sostener el precio interno del petróleo en valores competitivos. Como contrapartida, las empresas petroleras debían mantener los niveles de inversión comprometidos antes de que se acelerara la caída de la cotización internacional del crudo, en octubre de 2014.
A nivel mundial, el precio pasó de 100 a 50 dólares en apenas seis meses. Frente a ese contexto, la Casa Rosada fijó, de manera discrecional, el valor del crudo Medanito, en Neuquén, a US$ 77 y el del Escalante, de Chubut, en 63 dólares. En febrero se acordó subsidiar de forma directa a las petroleras que exportan crudo con un incentivo de hasta U$S 6 por barril exportado. “No queremos que ni un solo equipo de perforación de los que tenemos salga de la actividad, y el Estado Nacional pondrá a disposición sus recursos para lograrlo”, afirmó en ese momento Kicillof.