Gracias a la norma que obliga a los fondos comunes de inversión (FCI) a elevar la inversión en activos inciso k, ayer YPF pudo colocar un bono de $ 1.900 millones incluido en ese menú sin spread sobre la Badlar. Logró una baja tasa gracias a la fuerte puja entre las aseguradoras y fondos que generó ofertas por $ 53.500 millones.
Los inversores estaban desesperados por suscribir el título de la petrolera, por la calidad de su activo para computar en el menú del inciso k. Y suscribieron el máximo posible sabiendo que recibirían menos: 4,0184% de lo ofertado entre 461 inversores.
Por norma de SSN, los fondos de infraestructura tienen que subir su proporción de inciso k hasta el 30% de su cartera al 30 de septiembre. Así fue que YPF pudo colocar $ 1.900 millones a tasa Badlar (un 20%) a septiembre de 2020, por un título que pagará intereses cada 6 meses y amortizará en tercios, según publicó El Cronista.
Esa emisión era parte de una integral por $ 4.000 millones, que la empresa no pudo completar. De este tramo, también a 2020, pudo colocar $ 981 millones en vez de los $ 2.100 planeados, a Badlar más 4%, porque ahora los fondos de infraestructura no demandan lo que no pueden computar. Fue el Estado, de la mano de Anses y el fondo de hidrocarburos, quien financió a YPF con unos $ 600 millones, y sumó unos $ 250 millones de una aseguradora.