Según un relevamiento de la consultora Behre Dolbear
Únicamente Rusia, Papúa Nueva Guinea y la República Democrática del Congo presentan condiciones menos favorables que el mercado argentino para la llegada de capitales internacionales al sector.
Con un ambiente de negocios condicionado por la difícil situación global, a la que se suman inconvenientes internos como las altas cargas fiscales y las restricciones comerciales, la Argentina no deja de perder atractivo entre los inversores mineros. Así lo indica la edición 2015 de “Where Not To Invest”, el ranking mundial que año tras año elabora la consultora especializada de origen norteamericano Behre Dolbear.
Esta temporada, el deterioro del mercado local alcanzó un nivel inédito según el informe, que ubicó al país en el puesto 22º entre las 25 jurisdicciones seleccionadas. Así, la Argentina retrocedió dos escalones con respecto al año pasado y siete en relación con los datos de 2013, cuando se posicionaba en un decoroso 15º puesto.
Tan sólo tres naciones son consideradas menos apetecibles para la inversión extranjera en la industria minera de todo el planeta: Rusia, Papúa Nueva Guinea y –en último lugar– la República Democrática del Congo.
Según el trabajo de Behre Dolbear –que evalúa el sistema económico, el contexto político, las deudas sociales, la concesión de permisos, la corrupción y burocracia, la estabilidad monetaria y la competitividad del régimen impositivo de 25 estados–, aunque la Argentina es una nación rica en recursos minerales, ofrece un escenario “poco amigable”.
En líneas generales, el país “continúa decepcionando a los inversores”, aunque algunos distritos provinciales exhiben señales alentadoras. “La crisis fiscal y presupuestaria que provocó el Gobierno argentino sigue teniendo un alto impacto sobre la economía, la política y el desempeño internacional, lo que dio lugar a una completa pérdida de la confianza inversora. En este contexto, algunas provincias demuestran una gran disciplina y mantienen abiertas sus puertas de cara al futuro”, expresó el reporte.
Liderazgo canadiense
De acuerdo con Behre Dolbear, una de las conclusiones que puede extraerse del análisis del “Where Not To Invest” 2015 es que a grandes rasgos existe una “correlación positiva entre el crecimiento de la riqueza de una nación y la prosperidad de su industria minera”.
Los primeros cinco puestos del ranking fueron idénticos a los de la edición 2014. El país más interesante para la inversión sigue siendo Canadá, donde el rubro –que es impulsado de manera mancomunada por el sector público y el privado– posee una larga trayectoria y un alto peso en el conjunto de la economía. Le siguen Australia, Estados Unidos, Chile y México, en ese orden.
Completan el top-10 Perú (que subió un puesto), Namibia (que trepó dos), Botswana (que mantuvo su posición), Colombia (que escaló dos lugares) y Ghana (que repitió ubicación). Uno de los mercados que mayor atractivo perdió (seguramente golpeado por los casos de corrupción que sacuden a la actividad petrolera) fue el de Brasil, que cayó desde la 6º hasta la 11º colocación.
Todavía por encima de la Argentina, entre los puestos 12º y 21º figuraron naciones como Zambia, Sudáfrica, India, Indonesia, Fili-pinas, Mozambique, Kazajstán, Mongolia, Tanzania y China. ›|‹