Se desataron los nervios en Paseo Colón e Hipólito Yrigoyen. No es para menos, funcionarios de la Policía Metropolitana hace 10 días que hacen una copia del correo electrónico de Roberto Baratta, uno de los laderos del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
Todo empezó hace poco menos de dos semanas cuando el Juez Federal Claudio Bonadio se presentó en el ministerio en las oficinas del funcionario investigado, actual Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del ministerio.
El magistrado llegó con una orden de presentación con allanamiento en subsidio, un sistema mediante el que los oficiales están autorizados a allanar el lugar si no se le entrega la documentación requerida.
La medida se había dictado en una causa en la que se investiga la millonaria importación de gas natural licuado (GNL). Desde entonces, los nervios ganaron los pasillos de las oficinas de la planificación y la obra pública argentina.
Bonadio se presentó acompañado por la policía Metropolitana y se concentró en dos cosas. Por un lado, pidió y se llevó documental de la operatoria. Por el otro, ordenó que se haga un backup del correo electrónico de Baratta desde 2008 hasta 2012. «No sólo Baratta está nervioso por el asunto. Hay varios más que temen al contenido de los mails.» La preocupación tiene sus fundamentos: desde que llegan barcos a los puertos de Escobar y Bahía Blanca, el negocio que por esas oficinas pasó no es menor a los 20.000 millones de dólares.
Desde el Ministerio le restaron relevancia al asunto. «¿Cuáles son los apuros y las urgencias? -preguntó a La Nación un funcionario del entorno de De Vido-. Estamos a disposición de la Justicia, como siempre».
El juez encomendó nuevamente la tarea a la policía porteña, al igual que lo que hizo a mediados de julio pasado cuando, en Río Gallegos, allanó las oficinas de la inmobiliaria de Máximo Kirchner por la causa Hotesur en la que se investiga lavado de dinero.