Disposición del Gobierno
El Ministerio de Energía elevó las remuneraciones que reciben las generadoras. Era un paso clave para conseguir nuevas inversiones. Los privados señalan que el alza no cubre la suba de los costos por la inflación y la devaluación del peso.
Desde el Ministerio de Energía y Minería, que dirige Juan José Aranguren, ven con preocupación la cercanía del invierno. Saben que si las temperaturas son muy bajas y se extienden durante varios días, volverá a haber problemas en el sector eléctrico, ya no sólo en el segmento de distribución sino también en el de generación. La preocupación se incrementa cuando el análisis se traslada a lo que puede suceder durante el próximo verano, que en los últimos años se convirtió en el epicentro de miles de cortes eléctricos por la crisis del sistema.
En ese contexto, la cartera que dirige Juan José Aranguren autorizó en abril un aumento del 40% para las generadoras eléctricas, un sector liderado por Pampa Energía, Sadesa, Endesa (Enel), AES y Albanesi, entre otras. La resolución 22/16 de la Secretaría de Energía Eléctrica actualizó los valores incluidos en la resolución 482/15. Según la grilla contenida en la norma, se incluyeron diversas actualizaciones de las remuneraciones que perciben los privados. En los costos fijos que cobran las empresas por la potencia disponible que ofrecen al sistema los aumentos son de hasta un 70%, y en la remuneración variable que cobran las empresas por la generación efectivamente despachada, los aumentos alcanzan un 40%.
“En promedio, las generadoras van a cobrar un 40% más que el año pasado”, señalaron allegados a Ageera, la asociación que nuclea a las empresas generadoras. En la industria sostienen que el aumento no cubre la suba de los costos por la inflación y la devaluación del peso.
“Nuestros ingresos estaban basados en una resolución (la 482) dictada en mayo del año pasado sobre la base de una auditoría de los costos de las empresas del año 2014. En el medio se produjeron grandes cambios en la macroeconomía, con la devaluación del peso, que en los últimos 12 meses se acerca al 70%, y la inflación, que se disparó en torno al 40%. Frente a esa situación, el aumento otorgado por el Gobierno es insuficiente”, explicaron desde una compañía.
Disputa de fondo
Las generadores mantienen, además, otro frente de conflicto con el Gobierno por una deuda millonaria a su favor que no pueden cobrar. Como resultado del congelamiento tarifario que se extendió durante el kirchnerismo, las empresas distribuidoras de electricidad acumularon una significativa deuda con Cammesa, la empresa que administra el mercado mayorista (MEM) que, en los hechos, es quien les vende la energía que despachan. Ese rojo trepó al 31 de diciembre de 2015 hasta los $ 20.000 millones. ¿Cómo se llegó a una cifra tan abultada? Porque en los últimos años las distribuidoras dejaron de pagar –total o parcialmente– las facturas de compra de energía a Cammesa, con el argumento de que sus ingresos no eran suficientes para cubrir los costos operativos y laborales que crecieron de la mano de la inflación y la devaluación de la moneda.
El problema es que, en última instancia, la mayor parte de esa deuda no es con el Tesoro Nacional, sino que pertenece a generadores y transportistas de energía que vieron seriamente afectados sus ingresos por la ruptura de la cadena de pagos del sector eléctrico. Esas empresas cuentan con acreencias a su favor por alrededor de $ 14.000 millones, es decir, un 70% del total adeudado por las distribuidoras, un sector encabezado por Edenor, Edesur, Edelap y el resto de las empresas provinciales. Los $ 6.000 millones restantes están encuadrados en un fondo unificado que termina absorbiendo el Tesoro.
La propuesta que acercó Adeera –que nuclea a las distribuidoras– fue cancelar el rojo de $ 20.000 millones en 120 cuotas mensuales, con un año de gracia y una tasa de interés del 8% anual en pesos. El encargado de transmitir esa oferta en el Directorio de Cammesa –del que también participan generadores, transportistas y grandes usuarios– fue Alejandro Sruoga, secretario de Energía Eléctrica, en una reunión realizada a mediados de marzo.
Sin embargo, la propuesta fue descartada de plano. “Es una oferta irrisoria, nos ofrecen un 8% de interés en pesos en una economía inflacionaria en la que el peso se devaluó casi un 60% en los últimos tres meses. Básicamente, quieren que los generadores absorbamos el costo del congelamiento de tarifas”, se quejó el titular de una central termoeléctrica. ›|‹