La explotación gana aceptación social en Chubut
Según la filial local de la Fundación Green Cross, en el actual escenario la actividad minera es la mejor opción productiva para promover el desarrollo de la región más postergada de Chubut.
No es común que una organización ambientalista reivindique la industria minera como la alternativa más apta para el desarrollo económico y social de una comunidad. Por eso sorprende el pronunciamiento de la Fundación Green Cross Argentina en favor de la explotación de recursos minerales en la Meseta Central de Chubut.
Tras suscribir con el Gobierno de Mario Das Neves una serie de convenios orientados a emprender la recuperación y reactivación de centros de desarrollo productivo en los municipios de Gualjaina y , la titular de la entidad, Marisa Arienza Mallman, aseguró que –ante el desastre ocasionado por las cenizas del volcán Puyehue y la falta de otras opciones– la extracción minera constituye la única salida para la castigada población de la Meseta Central.
“Encarada con algunos recaudos sumamente importantes, la minería puede ser una solución para algunas zonas, como la Meseta, más allá de resultar inviable para otras, como Esquel. No se puede generalizar diciendo ‘minería sí’ o ‘minería no’. Hay que analizar cada caso, región por región”, distinguió.
Según sus palabras, la Fundación ha estudiado la problemática productiva de la zona en profundidad. “No hemos encontrado ninguna otra posibilidad que no sea la minería, junto con el desarrollo ganadero y forestal. El acuífero Sacanana, de hecho, permite un aprovechamiento multifuncional”, puntualizó.
Sin embargo, expresó, no todas las empresas poseen la idoneidad para conseguir los permisos necesarios a la hora de desarrollar la actividad. “Hay algunas que hacen muy mal las cosas porque los distintos Estados así se lo permiten, mientras que existen otras compañías que exhiben muy buen récord internacional de sus prácticas”, aseguró.
En esa dirección, destacó que la Fundación Green Cross analizó muestras de agua en una gran cantidad de sitios cercanos a explotaciones mineras a lo largo y ancho del planeta. “Los resultados obtenidos son dispares. Que exista o no contaminación depende más que nada de que haya un gobierno decidido a controlar”, señaló.
Hallazgo clave
En 2011, luego de seis años de análisis y ensayos en la cuenca del Sacanana, la firma de servicios hidrogeológicos y ambientales Hidroar halló un acuífero subterráneo de grandes dimensiones en la Meseta Central de Chubut. “Se trata de un descubrimiento muy importante para la minería, en particular, y para la economía provincial, en general. Sobre todo si se toma en cuenta que el proyecto Navidad, en su etapa productiva, demandará una mínima cantidad de esa agua (menos de un 2%), y el resto servirá como impulsor de las demás actividades económicas de la zona, como el riego artificial y la cría intensiva de ganado”, explicó por entonces Carlos Scatizza, presidente de la empresa.
Tres años más tarde, la estatal Petrominera puso en marcha una decena de iniciativas tendientes a la obtención de rocas y materiales para la construcción en la Mesera (más precisamente en Paso del Sapo, Tecka, Las Plumas, Gastre, Colán Conhué, El Escorial y Telsen). Aunque dichos proyectos no sean de gran envergadura, su lanzamiento fue visto como una señal positiva –de cara al futuro– por parte de los defensores de la minería metalífera y uranífera en la zona. ›|‹