Lo aseguró el presidente de la Cámara de Proveedores Mineros del Chubut, Gerardo Cladera, quien además indicó que la actividad prevé solo utilizar agua destinada a la industria, no aptas para el riego ni el consumo humano. Según El Patagónico, Cladera apeló a justificar el proyecto con la cantidad de puestos de empleo que ofrecería la minería en la provincia. «La cantidad de mano de obra que tiene Cerro Dragón habitualmente en su área en Comodoro Rivadavia es de entre 4.000 y 4.500 personas todos los días. Y es exactamente lo mismo que ocurriría con el Proyecto Navidad», dijo. «Luego de su etapa de su construcción -continuó Cladera-, donde va a tener de 3.500 a 5.000 empleados durante dos años y medio, en la explotación va a tener entre 1.000 y 1.500 empleados. Y cada uno de ellos fijo en la planta necesita de tres más satelitales, que le suministran todo lo necesario para que el proyecto funcione, desde ropa hasta alimentos, vehículos, cubiertas, repuestos. Es una pequeña ciudad en medio de la Meseta». En cuanto a las críticas que hay a la actividad desde el punto de vista ambiental, Cladera explicó: «la cuenca del Proyecto Navidad no da al río Chubut. Aquel que lo dice, habla desde el desconocimiento, ya que la cuenca del Sacanana no llega al río Chubut», dijo y detalló que «son aguas que se encuentran debajo de los proyectos y están cargadas con los mismos minerales», ante lo cual enfatizó que «son de uso industrial y no aptas para el riego ni para la bebida humana». «Uno de los grandes mitos que tenemos en las ciudades es que el agua subterránea es buena», recalcó.