Representantes de la industria minera argentina anticipan la inminente llegada de capitales para completar la exploración de yacimientos abandonados y una progresiva reactivación de las iniciativas que venían paralizadas por la crisis financiera internacional y una serie de conflictos cambiarios y regulatorios internos. A la hora de hacer un balance preliminar de la temporada, el presidente de la Cámara Minera de San Juan, Jaime Bergé, considera que Mauricio Macri está “poniendo las cosas en orden” con respecto a “los desvíos macroeconómicos y legales que afectaron las inversiones del sector durante los últimos cinco años”. “Seguramente a partir del segundo semestre empezarán a arribar inversiones destinadas a completar la exploración de algunos yacimientos conocidos y abandonados”, manifestó el directivo. Pese a su menor tradición minera, la vecina provincia de Mendoza comparte el optimismo sanjuanino. “El turismo debe dejar de ser nuestra principal fuente de desarrollo económico. En base al cumplimiento de nuestras rigurosas leyes ambientales, tenemos que aprovechar las oportunidades que nos ofrece la minería”, aseveró el subsecretario mendocino de Energía y Minería, Emilio Guiñazú. En el norte del país, las mayores expectativas siguen vinculadas con el litio. No obstante, varios referentes destacan que el nuevo contexto nacional redundará en un desarrollo general del sector. Para Javier Robeto, vicepresidente de la Cámara de la Minería de Salta, la eliminación de las retenciones ayudará a conseguir inversiones genuinas en todos los rubros de la actividad. “En el mismo sentido actuará la corrección en el atraso cambiario que tenía nuestra moneda”, agregó.