Tras la reunión que mantuvieron el viernes pasado directivos de YPF, PAE (Pan American Energy) y Shell con el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, trascendió a partir de lo comentado por fuentes privadas al tanto del contenido de esa reunión que se había acordado un congelamiento en el precio del combustible por 90 días.
En forma paralela a esa medida, fuentes del sector privado también comentaron que se había acordado con las petroleras una reducción paulatina sobre el precio interno del barril de crudo. Se preveía una baja del 2% en agosto, 4% en septiembre y 6% en octubre sobre el valor que hoy tiene el barril, establecido en 54,90 dólares para el tipo Escalante -el pesado, que se extrae del Golfo San Jorge- y en 67,50 para el Medanito -el de Neuquén-.
Sin embargo, ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, desmintió esa iniciativa tras reunirse con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez. Frigerio, a través de Twitter, descartó cambios en el valor del barril para lo que resta del año: “Mantener el subsidio en el barrio del petróleo criollo es entender su importancia en la economía regional para los habitantes en Neuquén”.
Fuentes cercanas al ministro comentaron a El Inversor Online que, tras analizar la situación con los gobernadores petroleros, se interpretó que el escenario no era el mejor para aplicar una baja del precio interno del crudo. Fundamentalmente porque esta medida incrementaría el nivel de conflictividad que se registra hoy en la Patagonia por la reducción de la actividad petrolera.
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