El informe de la SIGEN es lapidario. Asegura que el gerenciamiento de la empresa se sustentó en “procesos decisorios carentes de razonabilidad y legalidad”, ocasionando no sólo que no se cumpliera el objetivo de hacer producir la mina, sino que se produjera “el dispendio de recursos en perjuicio del erario público”. La empresa YCRT dio a conocer las conclusiones de la auditoría integral que se realizó en la minera por parte de un grupo de auditores de la SIGEN. En un detallado informe de 56 páginas al que tuvo acceso La Opinión Austral, la sindicatura realiza un pormenorizado análisis de distintas situaciones irregulares con las que se encontró y en seis páginas realiza una lapidaria conclusión al respecto. Comienza recordando que la ley pone en cabeza de la autoridad máxima de la entidad el cumplimiento y diseño de los mecanismos de control interno del organismo y, por ende, es quien debe dar respuesta si esto no ocurriese. Así lo consignó La Opinión Austral.
“El resultado de la auditoría encomendada advierte que el gerenciamiento de la hacienda estatal en el ámbito de YCRT y de la Secretaría de Minería dependiente del Ministerio de Planificación Federal, se ha sustentado en procesos decisorios carentes de razonabilidad y legalidad, que no sólo impidieron el logro de los objetivos públicos, buscados a través del funcionamiento del yacimiento y la construcción de la central térmica -aún sin finalizar-, sino que además ocasionaron el dispendio de recursos en perjuicio del erario público, cuestión que también se ve reflejada en el accionar de la Facultar Regional de Santa Cruz (de la UTN)”, plantea la SIGEN. Señalaron que no existía un plan estratégico, planes operativos y de inversión debidamente formulados y aprobados, como tampoco una estructura organizativa que asigne competencia a los agentes públicos, además de contar con una inadecuada planificación presupuestaria e irregular registro de la ejecución presupuestaria y contrataciones bajo modalidad directa.
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