YPF y Statoil sellaron un acuerdo de investigación del Mar Argentino, en un reimpulso de la actividad petrolera offshore en el país. Las exploraciones más recientes no dieron los resultados esperados, siendo lo más decepcionante las costas de la Cuenca del Golfo San Jorge. Sin embargo, viene una nueva gran campaña junto a la empresa noruega con fuerte experiencia en el rubro. Las experiencias offshore más fuertes estuvieron a cargo de YPF en las décadas del 70 y 80. Más cerca, la propia YPF, Enap Sipetrol y Pan American Energy (PAE) tuvieron su rol en contextos particulares: la crisis pesquera movilizó a empresarios, trabajadores y políticos para evitar las tareas de exploración, en especial las sísmicas 3-D en las costas de la Cuenca del Golfo San Jorge, entre las ciudades de Comodoro Rivadavia en Chubut y Caleta Olivia en Santa Cruz. La reforma de la Ley Nacional de Hidrocarburos, luego de un largo debate en 2014 entre el gobierno y las provincias, determinó que un buen número de áreas offshore deberían ser re-licitadas. Estaban en manos de Enarsa, una empresa estatal creada en tiempos de Néstor Kirchner, pero no cumplió completamente con sus objetivos de producción hidrocarburífera en el mar -además utilizaba la modalidad «carry» para sus contratos-, por lo que estuvo abocada casi en exclusiva a la importación de gas y combustibles. Enarsa, justamente, estuvo involucrada en la exploración de 2008. Ese año fue una vuelta de esperanza para el petróleo que está bajo el mar. Fuente: El Patagónico.
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