Los principales referentes empresariales del sector energético coincidieron hoy con el Gobierno nacional en resaltar el potencial que presenta el país para el desarrollo de sus recursos hidrocarburíferos y de generación eléctrica, al tiempo que alertaron que los costos de producción aún son altos para plantear aceptables condiciones de competitividad.
Estos fueron algunos de los principales ejes planteados hoy durante el primer encuentro del ciclo de encuentros denominado «Inversión para el desarrollo», organizado por la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que en esta ocasión estuvo dedicado al tema de «La energía como motor del crecimiento».
Allí, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que «la Argentina está viviendo una revolución energética» a partir de la recreación de un escenario local de «reglas de juego que están pendientes para poder largar una sana carrera de inversión y desarrollo que generen trabajo y futuro», luego de un período de «malas políticas, desidia y corrupción».
Peña enumeró además la decisión de avanzar en «marcos tarifarios graduales y previsibles, que se están estableciendo para mejorar la inversión y el servicio que se ofrece a los consumidores», además de la resolución de «temas pendientes» para lo cual el Ministerio de Energía ya «logró licitar obras por más de 6.000 millones de dólares en proyectos térmicos y renovables».
En ese sentido, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, resaltó que «cuando hay reglas claras y transparencia los empresarios responden en forma competitiva», al plantear que «un país que requiere asegurar su crecimiento debe trabajar por abastecerse de energía suficiente, abundante y a precios razonables».
En su disertación ante los empresarios, Aranguren manifestó estar «convencido de que Vaca Muerta va a ser una realidad» y sugirió avances respecto de un acuerdo que involucre «al Gobierno de Neuquén, sindicatos y empresas para generar las condiciones para que la explotación» de ese yacimiento de recursos no convencionales y espera que pueda ser anunciado antes del 13 de diciembre, Día del Petróleo.
Tras las presentaciones de los funcionarios, a la que se sumó el ministro de Producción, Francisco Cabrera, referentes empresariales del sector energético coincidieron en que la Argentina tiene un gran potencial aunque plantearon, con matices, que los costos de producción aún son altos para plantear aceptables condiciones de competitividad.
«Vaca Muerta es un lugar de mucho potencial y ojalá que sea parte de una agenda nacional, para lo cual es necesaria una reducción de costos, mejoras en la infraestructura y visibilidad de los mecanismos de precios», afirmó el vicepresidente de Estrategia y Desarrollo de Negocios de YPF, Fernando Giliberti, durante su presentación.
Los temas planteados al respecto en las distintas mesas de debate abarcaron no sólo una reducción de los costos sino también la necesidad de trabajar en el desarrollo de infraestructura, una mejora de la logística para el abastecimientp de insumos, una mayor previsibilidad de precios y una mayor productividad laboral.
Marcelo Mindlin, titular de Pampa Energía, destacó las perspectivas de crecimiento en la producción de gas en el yacimiento de Vaca Muerta y aseguró que sobre una base de «precios atractivos va a haber un shock de inversiones» y explicó que «la falta de reglas estables y claras, junto con la no aplicación del marco regulatorio durante 14 años, provocó una distorsión de precios relativos y llevó a que la reserva técnica sea actualmente casi nula».
En un llamado retórico a sus pares, Mindlin dijo que «el Gobierno va en la dirección correcta» pero admitió que desde el lado empresarial «hay que aceptar un poco más de riesgo y un retorno un poco más reducido, pero invertir ya mismo», como hizo Pampa Energía al adquirir Petrobras en unos 1.300 millones de dólares.
A su turno, el CEO del holding industrial Techint, Paolo Rocca, advirtió que las inversiones para desarrollar los yacimientos de hidrocarburos no convencionales dependen del establecimiento de precios de referencia para la producción de gas y para la industria, así como contratos laborales que aumenten la productividad por trabajador.
«Está clarísimo que el potencial es enorme y debería ser una política de Estado pasar de los 120 pozos actuales a mil, lo cual demandaría alrededor de 10 mil millones de dólares, es decir, 2 puntos del PIB», dijo el titular de Techint, al enfatizar que eso «implica el desarrollo de infraestructura, de ferrocarriles, de arena y de todas las inversiones en conexiones, plantas de separación, oleoductos y gasoductos».
Entre otras participaciones de la jornada, el empresario Enrique Menotti Pescarmona consideró que la baja monetización de la economía impide financiar proyectos energéticos a largo plazo y cuestionó los impuestos que se pagan al citar como ejemplo que por un equipo eólico los gravámenes rondan más del 10% de su valor.
Según Pescarmona, es indispensable trabajar en una matriz energética para el país, con el objetivo de «darle una oportunidad a los trabajadores, sino seremos culpables sociales de esta situación» al advertir: «Que no nos vuelva a pasar lo de la década pasada, en la que se perdieron tantas oportunidades».
De la jornada también participaron el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, el senador de esa provincia y dirigente gremial petrolero, Guillermo Pereyra; el ex secretario de Energía, Daniel Montamat, y los empresarios Maurizio Bezzecheri, de Grupo ENEL; Daniel De Nigris, de EXXON/XTO; Alberto Hojman, de BGH – Sinergeia.
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