Jorge Jones, presidente de Argentina Minera
El país tiene mucho por hacer en pos de recuperar la credibilidad de los inversores, según la visión del presidente de AMINSA, Jorge Jones, quien lamenta la apetencia desmedida de varias provincias a la hora de crear nuevos gravámenes destinados al sector.
El precio del cobre es más trascendente para la Argentina de lo que habitualmente se cree. Así lo afirma Jorge Jones, presidente de Argentina Minera (AMINSA). “El país tiene al menos seis pórfidos identificados y listos para ser factibilizados si mejoran las condiciones impositivas locales y el valor internacional del recurso: José María, Los Helados, Filo del Sol, Los Azules y El Altar, en suelo sanjuanino, y Agua Rica, en Catamarca”, puntualizó el directivo durante la primera jornada del II Seminario Internacional de Minerales Metalíferos en la República Argentina, que se desarrolló en el Hotel Sheraton Libertador.
En cualquier otro país, señaló, estos grandes pórfidos ya estarían siendo estudiados en pos de avanzar con soluciones para sus enormes necesidades de infraestructura (en materia de mineraloductos, ferrocarriles, vías para sacar el mineral, etc.). “Hoy no estamos haciendo nada al respecto”, se lamentó.
Según sus palabras, el valor del cobre se está recuperando lentamente. “Habrá que ver si la tendencia se mantiene. Por lo pronto, hay otros minerales cuyo precio está mejorando e industrias donde los metales como el níquel y el tantalio son cada vez demandados”, indicó.
En estos momentos, acotó, se vive un boom en Australia con respecto a las pegmatitas de litios, que tienen un mineral llamado espodumeno. “Hay un enorme potencial prospectivo para explotar esta clase de recursos en el país”, aseguró.
En los últimos años, señaló, la Argentina ha espantado la inversión sectorial. “En función del enorme desorden que lamentablemente nos caracteriza, puedo citar el caso de empresas que se han ido con proyectos en marcha y han sido extremadamente exitosas en otras partes del mundo. Una de ellas es Mariana, que exploraba oro en Santa Cruz y hoy halló 60 gramos de oro en 60 metros en el noreste de Turquía”, detalló.
Desde su óptica, la industria minera implica riesgo y –al mismo tiempo– decisiones de riesgo. “Es por ello que la previsibilidad representa un valor clave”, destacó.
En su opinión, en materia política fue muy acertada la eliminación de las retenciones, que implicaban un desprestigio y una falta de palabra internacional. “Con ellas les habíamos cambiado las reglas del juego, como tantas otras veces, a quienes habían apostado por el país. La quita no nos dio una previsibilidad ni siquiera relativa, pero constituyó un paso adelante. Ahora bien, que hoy se proyecte gravar con nuevas retenciones al sector crea un marco de inestabilidad sobre el rumbo que puede llegar a tomar y afecta la renta minera de varias provincias”, protestó.
Tras más de 20 años de desarrollar Bajo La Alumbrera, evocó, el país sigue teniendo un problema de consistencia de los actores de la actividad. “La apetencia demostrada por las provincias con un sinnúmero de gravámenes afecta directamente a nuestra industria y nuestro potencial de atraer inversores”, recalcó. ›|‹
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Imagen deficitaria
De acuerdo con Jones, en la actualidad el Estado está haciendo un esfuerzo para que se firme el Acuerdo Federal Minero, aunque aún no está claro que sucederá con él. “Muchos de nuestros colegas creen que las provincias antimineras se aprovechan de estos compromisos para impulsar una agenda de mayores regalías. Si así sucediera, sería un gran retroceso”, anticipó.
La imagen de la minería, expuso, sigue siendo deficitaria. “En las grandes ciudades el sector es denostado”, resaltó.
Hay sectores muy críticos, añadió, sobre todo después del último derrame de Barrick, que piensan que el castigo fue insuficiente. “En lo personal, creo que no se ha defendido al segmento con las sanciones adecuadas en San Juan ni con el apoyo al empleo de cianuro en otras provincias. Hace falta mejorar mucho en materia de comunicación”, reclamó.
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