En 2006, la energía solar costaba US$ 600/MWh, mientras que el precio de la tradicional obtenida a partir de carbón y gas natural ascendía a solo US$ 100/Mwh. Diez años después, el costo de la energía solar es de US$ 100/MWh, y el de la energía eólica es de US$ 50/MWh. Una baja enorme en su precio, lo cual ha llamado la atención de los inversores.
De hecho, en 2015, las inversiones en capacidad de energía renovable y sus US$ 285,900 millones sobrepasaron por primera vez a las fuentes convencionales. La cifra representó un incremento de 5% con respecto a 2014, cuando solo alcanzaron US$ 273,000 millones, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
En pocas palabras, la inversión en energía verde representa el 53.6% de la capacidad total en 2015, según Bloomberg New Energy Finance. Un record muy celebrable en una industria dominada por los combustibles fosiles.
Si desmenuzamos las inversiones podemos encontrar que el mercado asiático le presta mayor atención a la energía renovable. Además, registra un crecimiento vertiginoso en los últimos años.
En 2011, por ejemplo, de los US$ 318,000 millones invertidos en energía verde alrededor del mundo, América, Europa, el Medio Oriente y África concentraban el 69% de las inversiones.
La energía solar continúa ganando terreno en muchos países y ahora lo hace también en precio. Desde 2009, los precios de este tipo de energía han caído un 62% y, según Bloomberg New Energy Finance, de cara a 2025 será más barata que el carbón a escala global. De hecho, en algunas partes del mundo ya es así.
En 2016, países como Chile o los Emiratos Árabes Unidos batieron récords con acuerdos para generar electricidad a partir de luz solar por menos de 3 centavos de dólar el kilovatio-hora, la mitad que el coste medio mundial de la energía de carbón. Ahora, Arabia Saudí, Jordania y México están planeando subastas y concursos para este año y quieren rebajar los precios aún más. Empresas como la italiana Enel SpA y Mainstream Renewable Power de Dublín, que ganaron experiencia en Europa y ahora buscan nuevos mercados en el exterior ante la finalización de los subsidios, se están frotando las manos, informó Bloomberg.
Emiratos Árabes es uno de los ejemplos de esta situación. Una subasta de energía solar celebrada en septiembre de 2016 se saldó con una oferta de 2,42 centavos de dólar por kilowatio por hora (kWh), una cifra que supone la mitad que la celebrada un año antes, de seis centavos. Chile es otro de los países que muestra este cambio de tendencia. Una subasta de agosto de 2016 se resolvió con una oferta de 2,91 centavos por kWh. La expansión de la industria solar chilena se expandió tan rápido que se vio obligada a regalar la electricidad.
En la actualidad, Arabia Saudí, Jordania y México están planeando subastas para este año con el objetivo de bajar los precios aún más. Estos concursos se han convertido en una pelea encarnizada entre las compañías privadas del sector.
En cualquier caso, la velocidad a la que el precio de la energía solar caerá por debajo de otras como el carbón variará según el país. Es decir, lugares que importan el carbón o que tienen impuestos a las emisiones de carbono, como Europa o Brasil, verán este cambio de tendencia en 2020, si no antes. Por el contrario, países con grandes reservas de carbón, como India, probablemente necesitarán más tiempo.
China, con el mayor mercado solar del mundo, verá los precios caer por debajo del carbón de cara a 2030, según New Energy Finance. El gigante asiático ha superado a Alemania como el país con una mayor capacidad solar instalada tras el propósito del Gobierno chino para reducir las emisiones de CO2 y aumentar el consumo doméstico de energía limpia. Sin embargo, la acumulación de energía en las zonas más soleadas colapsa en algunas ocasiones las plantas solares, que se ven obligadas a parar la actividad.
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