A los problemas que enfrenta en la justicia, Isolux Corsán sumó otra dificultad para operar: fue suspendida por el Ministerio del Interior que dirige Rogelio Frigerio del registro de constructoras durante cinco meses. La empresa es investigada por sobreprecios y por irregularidades en la principal obra que el gobierno kirchnerista le otorgó, la construcción de la Usina Térmica de Río Turbio, por la que se investiga a Julio De Vido por malversación de fondos y en otra causa, por sobreprecios. En este caso la suspensión fue por un contrato que rescindió el ministerio de Justicia que Isolux tenía en Mendoza.
La firma contratada por el extinto Ministerio de Planificación no podrá inscribirse en nueva obra pública durante los próximos cinco meses. El Gobierno que le entregó el año pasado a Isolux el Tramo A de la obra en el Bajo porteño por U$S 160 millones, decidió suspenderla del Registro de Constructoras después que el ministerio de Justicia informó que se le rescindió un contrato a la firma española en la provincia de Mendoza. Allí, debían construir una cárcel que nunca finalizaron.
Ricardo Delgado, subsecretario de coordinación de obra pública, que tiene a cargo del registro de constructores de obra pública, señaló a Clarín que “es la primera vez en quince años que una constructora recibe una sanción y es la primera que recibe en el país Isolux”. El funcionario que el mismo día decidió suspender durante doce meses a la brasileña Odebrecht -investigada por corrupción y lavado de activos-, dijo que “no queremos contratistas que tengan antecedentes de mala conducta”.
El Gobierno mantiene una tensa negociación con Isolux Corsán. Aún no se firmó el convenio para finalizar la Usina Térmica de Río Turbio, la central licitada y adjudicada por el gobierno de Cristina Kirchner, que debía funcionar 100% a carbón. La responsable de abastecerla es la mina que depende de Yacimientos Carbonífero Río Turbio (YCRT): 112.320 toneladas de carbón por mes. Por los problemas operativos y administrativos de la mina, se concluyó que no lograría a cubrir la demanda y Planificación Federal modificó la obra para que también funcione a gas, “en caso de una contingencia”.
A la obra, denunciada por sobreprecios, le falta un 15% de trabajo para finalizar la Usina. Esto demandará dos años de desarrollo y aún el ministerio de Energía no oficializó cuánto demandará poner en funcionamiento la obra que deberá generar 240 MW.
En cinco meses se volverá a evaluar a la empresa que en España presentó el concurso de acreedores. “Se verá si se prorroga la suspensión o en qué estado está la firma”, señalaron desde la Casa Rosada. Delgado remarcó que “una empresa sancionada, por segunda vez, no es algo menor, ya que pesa en sus antecedentes”.
Isolux Corsán deberá regularizar su situación financiera y en el Gobierno esperan el regreso de los principales directivos de la firma, para ultimar los detalles y reactivar la polémica obra heredada por el kirchnerismo.
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