YPF, Esso y Shell aumentaron casi 10% la nafta la semana pasada, tras el anuncio oficial de congelamiento. Advierten que se debilitan los acuerdos de precios Para algunos se trata de un “efecto búmeran”. Para otros, aún es prematuro evaluarlo. Pero lo cierto es que la seguidilla de aumentos en las naftas que aplicaron las principales compañías petroleras luego del esquema de “congelamiento” que lanzó el Gobierno la semana pasada, amenaza con apuntalar la inflación de abril. Sucede que el combustible es uno de los rubros dentro del índice de precios al consumidor, que miden tanto el Indec como las consultoras privadas e institutos de estadísticas provinciales. El combustible representa casi 3% del índice, por lo que con un aumento promedio del 10% le pone un piso de aceleración del 0,3 puntos porcentuales a la inflación de abril. Y sumando efectos secundarios (el encarecimiento de otras actividades por la suba de la nafta), este número no estará por debajo del 0,6 puntos porcentuales, estiman los economistas. Así lo publicó El Cronista. La paradoja es que una medida destinada, en apariencia, a evitar un incremento en el costo de vida termina encareciendolo. Al menos en el corto plazo. A los aumentos que YPF realizó un día después del congelamiento, se le sumaron luego incrementos de Shell y Esso, de hasta 9,7%. Los especialistas advierten que el plan oficial para contener los aumentos en la nafta tiene varias falencias. Entre ellas, hay una básica: no existe un relevamiento de precios confiable sobre el “día cero”. Es decir, del día en que arrancó la medida. Los precios son libres y el monitoreo de la secretaria de Energía toma sólo algunas ciudades como termómetro sobre las cuales las petroleras informan los datos. Pero en cada región hay estaciones de marca de bandera o blancas que tienen otros precios, más altos. A todo esto, la consultora Management & Fit consideró que la evolución de la inflación mensual resulta “desconcertante, en el marco del congelamiento de precios”, y lo adjudicó a “fallas” en el control de esa medida. Pese al congelamiento, la inflación de marzo fue superior a la de febrero, tanto en la medición oficial del Indec, como en las estimaciones de las consultoras privadas. Según la consultora Management & Fit, “no sólo continúan registrándose aumentos de precios, sino que éstos resultaron ser mayores en marzo que en febrero”. “Incluso en los rubros directamente afectados por el congelamiento (alimentos y bebidas y equipamiento del hogar) lo que refleja fallas en el control efectivo de los precios”, evaluó.
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