De los 12 mayores proyectos exploratorios en todo el planeta, 6 se localizan en el subcontinente, que ya absorbe un 26% de la inversión global en el rubro. Hoy el sector minero representa más de un 6% del PBI regional.
Latinoamérica se consolida como el destino número uno de la exploración minera a escala mundial. Así lo indican los últimos informes de consultoras como Ecolatina y Abeceb, y de organismos de las Naciones Unidas como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Sobre la base de los datos que maneja Ecolatina, el presupuesto exploratorio en el campo de los minerales no ferrosos creció en los últimos 10 años desde los u$s $2.000 millones hasta los
u$s 18.000 millones, y la región ya captura una cuarta parte de dicha inversión. México, Chile, Perú, Brasil, Colombia y la Argentina encabezan la tendencia, motorizada por la suba en el valor de los metales. “Los precios actuales del cobre y el oro se multiplicaron por más de cinco con respecto a 2002”, puntualiza la entidad.
De acuerdo con Abeceb, en los últimos seis años la participación regional en la inversión minera trepó desde un 22% hasta un 26%, y 6 de los 12 principales proyectos exploratorios tienen lugar en el subcontinente. “Esto refleja el posicionamiento estratégico del bloque y su inminente rol de abastecedor de la demanda mundial durante las próximas décadas”, indica la consultora.
Según la CEPAL, el segmento minero ya es responsable de un 6,1% del Producto Interior Bruto (PIB) regional, lo que implica un aumento del 4,3% en una década.
En términos nominales, el aporte económico de la minería latinoamericana creció desde los u$s 90.100 millones hasta los u$s 305.800 millones. Vale destacar que en países como Bolivia, Colombia y México la participación minera en el PBI supera el 10%, mientras que en el caso puntual de Chile se eleva por encima del 15%.
¿Y por casa?
Los números del boom minero en Latinoamérica también se reflejan en la economía argentina, donde la actividad viene en alza y –según la CEPAL– ya explica un 4% del PBI nacional.
A decir de Mariano Lamothe, economista de Abeceb, con lo incipiente que es nuestra historia minera, y considerando que se trata de un sector que requiere largos períodos de maduración, es increíble que el país ya esté posicionado en los primeros puestos globales de producción de oro, plata y litio, entre otros recursos. “Siete de las veinte mayores mineras del planeta están presentes en nuestro mercado, que actualmente exporta minerales por u$s 5.283 millones anuales”, resalta en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
De cara a 2016, anticipa que se prevén ingresos por ventas mineras del orden de los u$s 14.000 millones. “Hoy el sector explica un 6% de las exportaciones totales de la Argentina. Y para 2016, ese porcentaje trepará a un 10,6%”, vaticina.
No obstante, señala que por estos días se ha encendido una luz de alerta vinculada con las últimas idas y venidas normativas. “Los fondos son fungibles y se dirigen a los ambientes más propicios. Por ende, será prioritario recuperar la estabilidad regulatoria”, opina.
A su entender, resulta preocupante que haya proyectos de ley destinados a incrementar las presiones fiscales, cambiar las regalías y elevar las participaciones provinciales. “Es cierto que, en tiempos de rentas extraordinarias, Chile creó nuevos royalties sobre utilidades, pero siempre bajo acuerdos y usando como base imponible la utilidad. De igual modo se comportó Perú, que además efectuó redistribuciones regionales. Lo mismo fuera de la región, en naciones como Australia o Canadá. Pero los nuevos impuestos suelen cargar las utilidades y no los ingresos brutos, buscando un consenso con los actores privados y minimizando la alteración del régimen tributario”, compara.
Con respecto a los regímenes tributarios de Chile o Perú, sostiene que la Argentina exige elevados márgenes para equiparar a los competidores. “Por eso, aunque los números todavía son positivos, el país está perdiendo competitividad para atraer nuevas inversiones mineras”, advierte.
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