Mariano Lamothe. Economista
La discrecionalidad provincial y las dudas que suscita un marco ambiental poco claro conspiran contra la reactivación del sector, de acuerdo con la visión de Mariano Lamothe, especialista de la consultora Abeceb.
Más allá del impacto positivo que han tenido ciertas medidas implementadas por el Gobierno, hay dos obstáculos suficientemente importantes como para impedir el despegue de la minería en la Argentina: la presión tributaria y la Ley de Glaciares. Así lo cree Mariano Lamothe, director de Mercados de Energía, Infraestructura y Minería de Abeceb. “Aunque el país se encuentra dentro del top-10 con mayores reservas de litio, oro, plata y cobre, y cuenta con emprendimientos avanzados por más de u$s 20.000 millones de inversión, si no le da solución a estos dos problemas, experimentará un crecimiento limitado al ‘oro blanco’ (lejos de las zonas de glaciares) y a otros proyectos puntuales”, advirtió.
De cara al futuro, anticipó, los mayores desafíos para el Gobierno nacional tienen justamente que ver con disipar las dudas de los inversores determinando con claridad el alcance de la Ley de Glaciares y favorecer un marco más claro a nivel provincial.
“Para acelerar las discusiones, la responsabilidad de los empresarios pasa por trabajar para lograr la licencia social y dejar en claro todo lo que la minería tiene para aportar en materia de desarrollo económico”, apuntó. Según sus palabras, hace poco menos de dos años la actividad era señalada como uno de los sectores más beneficiados por el giro en la política económica argentina. “La normalización del mercado de cambios y la eliminación de los derechos de exportación hacían que muchos auguraran un futuro promisorio. Sin embargo, los resultados han estado lejos de lo esperado. Las exportaciones del sector se mantienen relativamente estables en dólares, al mismo tiempo que el empleo directo (sin considerar contratistas) se redujo de 23.950 trabajadores en el primer trimestre de 2015 a 23.062 actualmente”, puntualizó. Para entender lo ocurrido, Lamothe remarcó que el cambio de ciclo coincidió con el ingreso de diversos proyectos a la etapa de cierre, por lo que la baja de la actividad hubiera sido mayor de no implementarse cambios. “Alumbrera, Pirquitas y Manantial Espejo, que proyectaban fechas de cierre entre 2016 y el primer semestre de 2017, expandieron su vida útil. E incluso se ha dado el caso de la reapertura de la mina de Casposo en San Juan”, ejemplificó. La postergación de cierres, indicó, permitió sumar u$s 870 millones en exportaciones. “Desde el punto de vista fiscal se estima que los ingresos en concepto de regalías, ganancias, cargas sociales y aportes a empresas públicas compensaron el impacto de la eliminación de los derechos de exportación”, acotó. ›|‹
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