Activos renovables. Durante los últimos cinco años
Las operadoras hidrocarburíferas vienen apostando fuerte por la generación eólica y –sobre todo– por la energía solar. Las compras en estos segmentos ya explican un 13% de las adquisiciones y fusiones a escala global.
Aunque luzca paradójico, las petroleras son uno de los principales jugadores en el creciente mercado de la energía renovable. Así lo demuestra un informe de Bernstein que pone el foco en las millonarias sumas desembolsadas por estas organizaciones para adquirir activos vinculados con el aprovechamiento energético de los vientos y los rayos del sol. De acuerdo con el relevamiento, en los últimos cinco años las grandes empresas hidrocarburíferas del planeta llevan invertidos más de u$s 3.000 millones en activos renovables. El reporte de la consultora financiera puntualiza que la mayor parte de ese presupuesto fue destinado al rubro solar fotovoltaico. Gracias a este colosal impulso, las denominadas ‘operaciones verdes’ representan actualmente un 13% del total de las adquisiciones y fusiones que se concretan en el mundo. Y todo indica que ese porcentaje seguirá expandiéndose en el corto y mediano plazo. “Es necesaria una mayor escala para que las petroleras major operen de manera efectiva y aprovechen sus habilidades de negociación en este mercado”, explicó el trabajo. A las conocidas apuestas de gigantes norteamericanos como Exxon Mobil y Chevron se sumó últimamente el ejemplo de Royal Dutch Shell, que acaba de destinar más de u$s 400 millones a la compra de diversos proyectos sustentables.
Con la doble intención de diversificar su oferta de soluciones y reducir su huella de carbono, la firma anglo-holandesa absorbió casi un 44% de la participación accionaria de Silicon Ranch Corporation (por u$s 217 millones) y adquirió la proveedora independiente de energía First Utility (por cerca de u$s 200 millones).
Adicionalmente, la compañía viene de suscribir acuerdos para desarrollar estaciones de carga de vehículos eléctricos en autopistas europeas, comprar energía de origen solar en el Reino Unido e instalar redes de generación renovable en Asia y África.
Para graficar la tendencia observada por Bernstein también puede citarse el caso de la francesa Total, que hace poco más de un año se quedó con la fabricante de baterías Saft por u$s 1.000 millones. En la misma senda, la británica BP viene de desembolsar u$s 200 millones para adueñarse de la productora solar Lightsource.
Motivación económica
La ola de inversiones renovables de las grandes petroleras no sólo tiene una motivación ambiental, sino que también puede sustentarse desde una base económica, sobre todo al considerar la pujanza del mercado verde y las dificultades propias de la vigente coyuntura hidrocarburífera (con un exceso de oferta frente a una demanda que no repunta).
De hecho, durante el año pasado las compañías del sector que cotizan en el Euro Stoxx 600, el índice de las 600 empresas mejor capitalizadas en el Viejo Continente, registraron pérdidas por más de 50.000 millones de euros. Las mayores caídas las experimentaron la italiana Eni (-11,47%), la francesa Total (-9,89%), la noruega Statoil (-8,44%) y la española Repsol (-7,95%), pero también fueron significativos los retrocesos de la británica BP (-5,63%), la austríaca OMV (-3,86%) y la anglo-holandesa Royal Dutch Shell (-3,77%). Entre las siete petroleras acumularon una descapitalización de más de 52.000 millones de euros. ›|‹
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