El regreso de los aranceles a las exportaciones mineras preocupa a las firmas prestadoras de bienes y servicios vinculados con la actividad. Creen que la medida podría atentar contra el desarrollo de la industria y afectar la estabilidad laboral.
La vuelta de las retenciones fue relativamente bien aceptada por las principales operadoras mineras, que en gran medida reconocieron la complejidad de la actual coyuntura y destacaron el carácter transitorio de la medida. Menos contemplativa, en cambio, fue la postura de las firmas de servicios, las cuales pusieron el foco en los potenciales efectos negativos de esta determinación, sobre todo entre las pequeñas y medianas empresas (Pymes) del segmento.
A través de un comunicado, la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN) expresó que observa “con preocupación y alerta” el retorno de estos aranceles a las exportaciones mineras.
Su implementación, señaló el documento, podría atentar contra el desarrollo de la industria y afectar el sostenimiento de miles de empleos directos e indirectos, aparte de perjudicar fuertemente a las economías regionales. “Esta preocupación también la visualizamos particularmente desde la Cámara, en virtud de nuestros asociados, donde se concentran diversas empresas proveedoras de bienes y servicios de diferentes latitudes de nuestro país”, manifestó la CAPMIN.
Según recordó la organización, el año pasado se celebró un plenario en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) al que asistieron las agrupaciones de proveedores más representativas del país. En ese marco se creó la Federación Argentina de Proveedores Mineros (FAPMIN), de la cual participa activamente la CAPMIN, de jurisdicción nacional, junto con bloques de Salta, Catamarca, Jujuy, La Puna y Santa Cruz, entre otros distritos.
“Apelamos a la reflexión y el análisis de las posibles medidas a tomar por parte de las más altas autoridades de nuestra nación, esperando sinceramente que encuentren un equilibrio en las medidas económicas próximas a implementar, pero que éstas no afecten el trabajo y desarrollo de la actividad minera ni impacten de manera nociva sobre las empresas proveedoras de bienes y servicios”, completó la entidad.
Nueva identidad
Tras las asunción de nuevas autoridades a principios de mayo del año pasado, la Cámara de Servicios Mineros (CASEMI) de la Argentina decidió renovar su identidad. Para evitar malentendidos, desde agosto de 2017 pasó a denominarse CAPMIN.
De acuerdo con la institución, el cambio de nombre apunta a dejar atrás “una serie de situaciones que generan superposición de esfuerzos y confusión”, en relación con el uso de CASEMI por parte de varias cámaras provinciales. “CAPMIN concentra dentro de sus asociados a empresas proveedoras de bienes y servicios de diferentes regiones y provincias de la Argentina, trabajando unificados para generar un mayor acercamiento con firmas operadoras de la actividad minera, además de entes y cámaras afines a la actividad”, puntualizó la entidad.
Con Juan Carmona Palau (de MC Consultora) como presidente, Matías Baglietto (de Minetech) como vicepresidente y Diego Cons (de Inquinat) como secretario, la CAPMIN procura construir consensos “que aporten valor y resultados tangibles” en favor de “las más de 230.000 Pymes que existen en la Argentina”. En base a ese objetivo esencial, postula la instrumentación de “normas de calidad y reglamentos técnicos” que posibiliten “una mejor competitividad efectiva” dentro del sector. ›|‹
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