También incidiría en la cotización de la libra un eventual plan de estímulo de China, lo que podría impulsar el crecimiento global. Los analistas además anticipan déficit en el mercado del metal para los próximos años.
En un año marcado por el enfrentamiento arancelario entre Estados Unidos y China, en 2018 uno de los activos más perjudicados ha sido el cobre.
La incertidumbre por un menor crecimiento de la economía global y, con ello, también de China -país que consume cerca de la mitad del metal que se produce a nivel mundial- frenó la tendencia alcista del precio del cobre que venía desde fines de 2016.
El metal alcanzó su máximo valor de 2018 en junio, cuando la libra se cotizó en US$ 3,29, lejos de los US$ 2,69 en que cerró el lunes en la Bolsa de Metales de Londres (LME), último día en que transó porque el martes y ayer fue feriado en ese país. En lo que va del año, el precio retrocede 17,12%.
Pese a que había altas expectativas del precio para este año y que algunos pensaban que el metal alcanzaría los US$ 4 por libra, los analistas afirman que ello se vio truncado por la guerra comercial que enfrentan las dos principales potencias del mundo y que actualmente se encuentran en una tregua por 90 días mientras negocian nuevas condiciones de comercio bilateral.
Según los expertos, si las conversaciones entre ambas economías llegan a acuerdo podría haber un alza en el precio hacia los niveles en que lo vimos a principios de año. “Prevemos que los factores macro continuarán dominando el próximo año, al menos hasta que el panorama comercial entre EE.UU. y China ofrezca una mayor claridad. Creemos que el gobierno chino está esperando a que se decante este conflicto para buscar un estímulo de su economía, lo que cambiará el sentimiento en la economía internacional y mejorará el panorama para el precio del cobre”, comenta Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.
Así, un determinante para 2019 será el estímulo que el gobierno chino aplique en su economía. El académico de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, asegura que cuánto y cuándo va a subir es una incógnita, pero estima que “depende fuertemente del estímulo que China imponga a su economía, y por cierto el devenir de esta, y de lo que la Casa Blanca decida sobre la guerra comercial”.
Bajo estas condiciones y considerando los fundamentos del mercado; es decir, oferta y demanda, se prevé que los precios del cobre suban. Así lo explica el gerente de estudios de la Sonami, Álvaro Merino: “Esperamos déficits para los años 2019-2020, los que se acentuarán en los siguientes dos años 2021-2022, lo que avizora precios del cobre más elevados. Por ello esperamos que la cotización del cobre del próximo año se sitúe en un rango entre US$ 2,95 y US$ 3,05 por libra”.
El académico UC Gustavo Lagos estima que el cobre volverá a los US$ 3 la libra si termina la disputa comercial. En tanto, Guajardo, de Plusmining, pronostica que en el primer semestre la libra se va a cotizar entre US$ 2,7 y US$ 2,9, pero si China aplica un estímulo a su economía podría cruzar la barrera de los US$ 3 la libra
Petróleo repuntaría en los próximos meses por recortes de producción
Un fuerte bajón ha tenido el precio del petróleo este año. Para explicar el retroceso, los analistas mencionan tres razones. La primera hace referencia a la decisión de la administración Trump de emitir una serie de exenciones respecto de las sanciones petroleras a Irán, lo que, según Muhammed Ghulam, equity research associate de Raymond James, “tuvo un gran impacto en la psicología del mercado petrolero”. En segundo lugar afectaron los temores a una recesión económica. Y tercero, incidió un aumento en la producción desde fines del año pasado.
Esto provocó que el precio del barril de Brent -de referencia para Europa y Chile- cayera 17,68%, mientras que el de WTI estadounidense retrocedió 22,66%. Ello llevó a que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y otros productores que no forman parte del cartel como Rusia, acordaran un recorte de producción de 1,2 millones de barriles por día (bpd), que regirá desde el 1 de enero de 2019. El objetivo del acuerdo es que los precios suban. Ayer, a pocos días de que entre en vigencia la baja de producción, el barril de Brent anotó un alza de 9,07%, hasta los US$ 55, mientras que el WTI subió 9,88%, hasta los US$ 46,73. En ambos casos fue la mayor alza en casi dos años, específicamente desde el 12 de febrero de 2016.
Francisca Pérez, economista senior de Bci Estudios, comentó que “el recorte de producción servirá para contener mayores caídas y lograr mayor estabilidad en los precios, pero no logrará compensar la menor demanda mundial frente a un crecimiento de 2019 menos dinámico”. Con ello concuerda Pedro Pablo Larraín, director ejecutivo de Sartor: “En el primer semestre del 2019 esperamos una presión alcista en los precios, como resultado de los recortes realizados, luego esperamos que las presiones vayan a la baja, dada el alza en la producción de hidrocarburos no convencionales, principalmente en Estados Unidos, sumado a la desaceleración económica a nivel mundial”.
Desde Raymond James dicen que “para 2019, en su conjunto, prevemos US$ 62 el barril de WTI y US$ 72 el barril de Brent. Mirando más allá de 2020, prevemos ese año marcando el peak cíclico para los precios del petróleo, con un promedio de US$ 92,50 el WTI y US$ 100 el barril de Brent”.
Por su parte, en Sartor tienen una visión diferente y esperan un precio del Brent cercano a los US$ 65 y para el WTI, en US$ 55. “Somos un poco más pesimistas, ya que el promedio de los analistas los ven en US$ 74 el Brent para el 2019”, comenta Larraín, de Sartor.
Este recorte se da a dos años del que realizó la OPEP a partir del 1 de enero de 2017 y que se extendió por parte del 2018. En esa oportunidad disminuyeron la producción en 1,8 millones de barriles diarios.
RecorteLa OPEP y otros productores acordaron disminuir la producción en 1,2 millones de barriles por día desde el 1 de enero.Bencinas caen por décima semana seguida
El precio de los combustibles caerá hoy y con ello anotará su décima semana consecutiva con retrocesos, en las que acumula una baja de $54,3.
La bencina de 93, 95 y 97 octanos caerá $5,8 hasta quedar en promedio en $808, $839 y $873 por litro, respectivamente. Por su parte, el diésel cederá también $5,8 hasta los $635, mientras que el kerosene disminuirá su valor en $8,1 hasta los $666 por litro.
Fuente: El Mercurio
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