El nuevo gobierno de Perú trabaja junto a la industria minera en un nuevo enfoque de las relaciones comunitarias y la burocracia para desbloquear más de la enorme riqueza mineral del país.
El tono conciliador y pragmático del ministro puede aliviar aún más los temores avivados por las conversaciones en la campaña electoral de una mayor intervención estatal en los recursos naturales que sofocaría la inversión y la producción futura. Perú es el principal productor de cobre después de Chile y el mercado depende de que la nación andina desarrolle más de sus depósitos gigantes para satisfacer la creciente demanda en el cambio hacia la energía limpia.
Las tensas relaciones entre los proyectos mineros y las comunidades rurales a menudo aisladas, combinadas con la lentitud de la concesión de permisos, han obstaculizado el progreso de la industria.
De 60 proyectos mineros en diferentes etapas, el gobierno tiene la intención de enfocarse primero en aquellos que están cerca de comenzar y liberar a los que están atrapados en la burocracia.
“Reconocemos que el estado no ha estado presente, que el mejor camino a seguir es directo, con intercambio de información, para que no haya distorsiones”, dijo Merino.
Cuando se le preguntó sobre la iniciativa Tía María de Southern Copper Corp., Merina dijo que su trabajo era entregar el programa del presidente Pedro Castillo, quien ha dicho que se opone a ese proyecto.
Fuente: Minería en Línea
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