El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sorprendió a empresarios petroleros que habían ido a una reunión en su oficina, el 23 de abril. Dijo: «Para la próxima reunión, [Carlos] Bulgheroni trae las medialunas».
El empresario no cumplió, pero ayer restituyó esa falta con creces. Mediante Bridas, la compañía que comparte con su hermano Alejandro, prometió traer al país al menos 500 millones de dólares a través del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) , una de las herramientas financieras creadas en la ley del blanqueo de capitales.
La empresa, sin embargo, sostuvo que no participará de la llamada «exteriorización de capitales» (el blanqueo), sino que eligió ese mecanismo porque es el más «eficiente» para ingresar divisas y afrontar sus inversiones locales. La promesa de los Bulgheroni supera 1,3 veces los fondos que llegaron al país en la primera etapa del blanqueo, entre julio y septiembre.
Bridas usará los recursos para ampliar su refinería de Campana e invertir en la formación no convencional Vaca Muerta, en Neuquén, según publicó La Nación.
Hasta ayer, de acuerdo con la información que difundió el organismo recaudador, el blanqueo en el plazo julio-septiembre había captado US$ 386,3 millones (el 90% en Cedin, el bono para inversiones inmobiliarias, y el restante 10% en Baade) de 1930 contribuyentes, una magra cosecha en comparación con los 4000 millones de dólares que se esperaba obtener originalmente.
Aunque el Baade es hijo del blanqueo, en la empresa explicaron que los fondos no formarán parte de la «exteriorización», sino que provendrán de inversores «residentes en el exterior», muy probablemente empresas que pertenecen al holding. Un allegado a los hermanos Bulgheroni explicó la decisión en términos sencillos: «Usamos esta herramienta porque es más eficiente que otras formas de ingresar divisas. En la Argentina hay restricciones que derivan de otra época. Pero en este momento hay una actitud de flexibilización que hace que sea más eficiente a través de un bono Baade», explicó un vocero de Bridas. «Tenemos un enorme plan de inversiones en el país y necesitábamos traer la plata. Ésta es la manera más eficiente», completó.
Es difícil imaginar qué usos imagina Carlos Bulgheroni, conocido tanto por su ingenio financiero como por su capacidad de lobby, para una herramienta financiera cuyos alcances no están del todo claros. Fuentes del mercado, sin embargo, señalaron un punto casi evidente a favor del empresario: lejos de las restricciones de la regulación nacional para el ingreso de divisas, como la obligación de depositar en el Banco Central un encaje del 30%, el Baade le permitirá cobrar un interés del 4% anual, con pagos semestrales, y recuperar los dólares, en billete, a su vencimiento, previsto para julio de 2016.