Para YPF, septiembre no fue precisamente un mes para recordar. Es que según datos de la Secretaría de Energía, por primera vez desde su nacionalización, cayeron las ventas en sus estaciones de servicio. El motivo: el abrupto descenso del consumo de gasoil común, un combustible vinculado al campo y a la actividad industrial, cuyo liderazgo aparece cada vez más amenazado por la nafta. De acuerdo con las estadísticas oficiales, la petrolera estatal comercializó durante este período 728 millones de litros entre todas sus bocas de expendio, 6 millones menos que el año anterior. Junto a PDVSA, fueron las únicas que retrocedieron aunque esta última exhibió una abrupta caída del 12%, también arrastrada por la menor demanda del producto diesel. Diferente fue el desempeño de YPF con respecto a las naftas. En la súper siguió afianzando su liderazgo al punto que en septiembre ostentó el 56% del share, índice que se elevó al 58 en la Premium, impulsado por su menor precio respecto a las marcas de la competencia. Según consignó el portal Surtidores, en las ventas al público Shell fue la empresa que más progresó entre sus pares. En septiembre obtuvo una evolución interanual del 11,7%; seguida por Petrobrás, con el 7,7%; Oil Combustibles, 7,3%, y Axion Energy, 3,1 por ciento. Entre todas las que conforman el mercado totalizaron 1.309 millones de litros este mes, un 2,36% por encima del mismo lapso de 2012. YPF sigue al tope de las preferencias del público con el 55,6%, aunque bajó un punto respecto al año anterior.