En una reunión reservada en La Moneda, ocurrida a comienzos de abril, el presidente chileno Gabriel Boric y el presidente del directorio de la minera estatal, Máximo Pacheco, conversaron sobre la posibilidad de poner en venta distintas áreas de Codelco.
Poco después, en otra cita, al analizar la necesidad de inversiones en la firma para aumentar su aporte fiscal, se ofrecieron al mercado internacional “34 propiedades mineras que no forman parte de los yacimientos en actual explotación”. De hecho, en su discurso en la Cumbre de Las Américas, Boric señaló: “El país del cual provengo, Chile, tiene litio, cobre, sol, largas costas, viento, energías renovables. Tengo la convicción de que el mundo necesita a Chile y Chile necesita al mundo”. La propuesta del presidente en Canadá generó molestia en un sector del PC y en otro del Frente Amplio. Ello, porque se vio que privatizar activos de Codelco era dar continuidad “a las políticas neoliberales de la Concertación y de Chile Vamos”. Sectores de Apruebo Dignidad reparan en que Boric fue a promover la venta de propiedades mineras a Canadá y Estados Unidos, lo cual no se ha detallado al oficialismo. Además, reprochan que lo hizo luego de que en la “cuenta pública prometió defender Codelco y jamás privatizarla parcial o totalmente”. El fragmento del discurso que aluden los críticos es preciso: “Para cuidar Codelco debemos reinvertir en ella y no estrujar todos los recursos que produce, defendiendo contra todo intento de privatización su carácter estatal de empresa de todos los chilenos”.
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