Uruguay iniciará en diciembre la construcción de una planta regasificadora que producirá 10 millones de metros cúbicos diarios, una obra fundamental en la búsqueda de la independencia energética del país. La construcción, la mayor de la historia en lo que respecta a la infraestructura energética del país, es cuestionada por vecinos de la zona del oeste de Montevideo y por representantes de la oposición, que dudan de su viabilidad financiera. La planta regasificadora «tiene muchísima importancia para el país», dijo a ANSA el ministro de Industria y Energía, Roberto Kreimerman. El funcionario explicó que, por un lado, «es un generador de energía tanto para lo eléctrico, como para las residencias, la industria y el transporte». Precisó que, por otra parte, «balancea un sistema, porque suma el gas natural -una energía limpia- a la energía eólica y otras fuentes renovables que se están instalando en el país». «La planta regasificadora va a generar un volumen de energía que va a permitir que Uruguay tenga una importante disponibilidad para asegurar en nuestro país la instalación de proyectos que sean altamente demandantes desde el punto de vista energético», señaló por su parte a ANSA Raúl Sendic, ex presidente de la petrolera estatal ANCAP, empresa socia del proyecto. Sendic, que dejó su cargo hace un mes para dedicarse a la actividad político partidaria, subrayó que una vez que esté en funcionamiento la regasificadora, a más tardar en abril de 2015, «la energía no va a ser un problema» para el país.