El Gobierno nacional anunció el aumento del corte del gasoil con biocombustibles del 8% al 10% en forma escalonada, desde enero de 2014, para contrarrestar las trabas arancelarias de la Unión Europea (UE) al biodiesel. Según consignó Ámbito Financiero, el ministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, aseguró que la suba «no tendrá efecto alguno en el precio de los combustibles». Asimismo, se elevó a 10% el corte del gasoil que consumen las centrales termoeléctricas instaladas en la República Argentina. «Somos lo primeros exportadores mundiales», destacó Kicillof, sobre la política de promoción que generó la instalación de 35 plantas de producción de biocombustibles. «Estas medidas sustituyen importaciones de gasoil, pero dejamos de exportar aceite. Por eso hay que mirar ambos indicadores», afirmó el funcionario. Asimismo, señaló que trabaja junto con la Cancillería para que «no se nos aplique un tratamiento injusto» por parte de la UE en el comercio de biocombustibles. Según sus palabras, el biodiesel argentino es «un producto de calidad y con excelentes precios» que fue víctima de un «ataque proteccionista» de Europa. El ministro estimó que estas medidas significarán un ahorro de unos 50 millones de dólares para la Argentina (según precios actuales). Por otro lado, el Gobierno descartó que vaya a aplicar una quita generalizada de subsidios a servicios básicos y afirmó que la Argentina no volverá a tener «precios dolarizados» de la energía «como había en mayo de 2003».