El incendio en la planta de tratamiento de crudo de Cerro Divisadero, que comenzó el viernes y fue controlado ayer por la noche , de acuerdo con la información que difundió YPF, le generó un trastorno operativo a la empresa y una pérdida económica en el corto plazo. Hasta el momento, sin embargo, no se prevé que ocasione problemas en el abastecimiento de combustibles al mercado interno ni obligue a la compañía a aumentar las importaciones de naftas y gasoil. En ese punto coincidieron dos fuentes conocedoras del negocio de refinación y venta de combustibles consultadas por LA NACION.
Tras el inicio del incendio, la empresa armó un comité de crisis en el que participaron Jesús Grande, máxima autoridad de la compañía en exploración y producción de petróleo; Carlos Alfonsi, su par de refinación de combustibles, dos hombres que responden directamente a Galuccio, como principales referentes. A ellos se sumaron ejecutivos locales y autoridades de la gobernación.
Según fuentes al tanto de las discusiones en ese cónclave, el primer alivio fue que no hubo muertos. Luego, sólo quedaba evitar mayor cantidad de heridos (hubo 14) y proteger al máximo las instalaciones. El manual de los petroleros indica que cuando hay crudo en llamas, no hay que hacer ningún esfuerzo por salvarlo. Eso decidió el comité. Luego de la evaluación inicial, asumió como perdidas las principales instalaciones de la planta de tratamiento, pero protegió una estación de bombeo cercana.
Mientras los equipos especializados se enfocaron en controlar el fuego, una parte del comité se dedicó a elaborar un «oleoducto virtual» para evitar que el incendio se tradujera en problemas para el mercado de combustibles. Se trata de una logística a base de camiones que permite distribuir el crudo destinado a Divisadero en otras plantas de tratamiento. Una fuente directamente vinculada con ese procedimiento fue taxativo al explicar que no habrá problemas de suministro a la planta de Luján de Cuyo.
La compañía que dirige Miguel Galuccio informó ayer que «el operativo desplegado en forma conjunta con las autoridades nacionales y provinciales permitió controlar el incendio en la planta de tratamiento de crudo». También informó que comenzaron «las tareas de mantenimiento para reanudar las operaciones de las instalaciones cercanas, que habían sido paralizadas preventivamente».