El Gobierno publicó hoy la resolución de la Secretaría de Energía que detalla el precio en gas en boca de pozo que pagará cada usuario domiciliarias a partir del retiro de los subsidios a las tarifas residenciales, prácticamente congeladas desde hace más de 10 años.
La normativa firmada por Daniel Cameron -que, paradójicamente, casi no intervino en la redacción de la misma- presenta los alcances de la aplicación del “Esquema de racionalización del uso del gas natural”. De la medida se desprende que los grandes hogares sufrirán -en caso de no reducir un 20% su consumo- un aumento más agresivo que el anunciado hace 15 días por los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación, Julio De Vido.
Para muestra basta un botón: los usuarios domiciliarios R34, los de mayores demandas, pagarán un precio del gas hasta entre 13 veces más caro, en función de la cuenca productora del hidrocarburo. Un productor de gas de Neuquén, que hasta ahora percibía US$ 0,372 por cada millón de BTU despachado a los usuarios R34, empezará a cobrar US$ 5,095 por el fluido, es decir, 13,6 veces más o con un aumento superior al 1200%, según detalla la resolución de Energía.
Las filminas difundidas por Planificación hace dos semanas, preveían un incremento tope del 284% para el mismo segmento residencial.
Al tipo de cambio actual, las petroleras radicadas en la cuenca Neuquina -el mayor pulmón gasífero del país, dado que aporta un 44% de la oferta nacional- cobraron hasta marzo, en promedio, US$ 0,325 por cada millón de BTU despachado al sector residencial. A partir de abril, el precio medio de la cuenca se elevará hasta los US$ 2,416; con un alza superior al 600 por ciento, según consignó El Inversor Online.
Para evitar esas subas, los usuarios residencial deberán reducir un 20% su consumo del fluido, en especial durante el invierno. De lograrlo, mantendrán los valores vigentes hasta el 1° de abril. Resta conocer cómo impactará la quita de subsidios en los balances de transportadoras y distribuidoras.