Resuelto el pago a Repsol, Miguel Galuccio comenzó una silenciosa pero dura disputa con los gobernadores de las provincias petroleras para que colaboren en el pago de la indemnización a la petrolera española y que ahora se trasladó al control de las áreas a explotar. Según LPO, la primera en hacerse sentir fue Neuquén, donde esta semana, ni bien se sancionó el acuerdo con Repsol, el gobernador Jorge Sapag hizo circular un borrador de un proyecto de ley para regular las concesiones que podría condicionar la tarea de YPF en la provincia de Vaca Muerta, el mega yacimiento del shale oil presentado como el principal activo de la petrolera estatal. Sorpresivamente, el texto incluyó entre sus propuestas que finalizados los contratos las áreas concesionadas recaigan en Gas y Petróleo del Neuquén (G&P), la empresa controlada por la Gobernación, según informó el diario La Mañana de Neuquén. Esto restaría cualquier privilegio a YPF y menores posibilidades de conseguir inversores a largo plazo. Quienes siguen la dinámica petrolera neuquina creen que la amenaza no hizo más que traslucir la dura convivencia entre los técnicos de YPF y los de G&P, cuyo titular, Guillermo Coco, sale a buscar inversiones aún con mayor frecuencia que Galuccio. La pelea desnuda las idas y vueltas de la política petrolera del kirchnerismo. Es que fue Néstor Kirchner quien en 2006 aprobó lo que en la jerga llaman “ley corta”, que es la reglamentación de la potestad que las provincias tienen sobre las áreas petroleras según el artículo 124 de la constitución, en su reforma de 1994.