Aunque las gestiones realizadas durante la segunda mitad del año pasado se desvanecieron sin resultados en concreto, la compra de los yacimientos de Petrobras en Neuquén sigue en el radar de YPF. Es lógico: la petrolera brasileña -que está encarando un programa de desinversión a nivel mundial por 11.000 millones de dólares- controla más de 20 campos hidrocarburíferos en esa provincia y es la segunda con mayor acreaje en la cuenca, detrás de YPF. Según Perfil, la dilación de Petrobras Brasil, que preside Graça Foster, para continuar con su plan de achicamiento en la Argentina tras la fallida venta, a mediados de 2013, del 51% del paquete accionario de su filial local a Oil, la petrolera de Cristóbal López, atentó contra los intereses de la compañía que preside Miguel Galuccio. Tampoco ayudó el enfriamiento de la relación entre los gobiernos de Cristina Fernández y Dilma Rousseff por los desbarajustes de la economía argentina provocados por el cepo cambiario, las trabas comerciales y la inflación. Hoy, en cambio, el escenario parece haber cambiado. Según fuentes del mercado hidrocarburífero, las petroleras están negociando una inversión conjunta en un área de Neuquén concesionada a Petrobras. Se trata de Río Neuquén, un bloque que, aunque permanece improductivo, cuenta con un importante potencial gasífero. De hecho, en los últimos dos años varias petroleras intentaron quedarse con el yacimiento. La que más cerca estuvo fue Pan American Energy (PAE).