Operarios petroleros de las provincias de Río Negro, Neuquén y La Pampa iniciaron ayer en forma sorpresiva un paro de actividades de 24 horas en rechazo al cierre de la refinería Renesa y el consecuente despido de un centenar de trabajadores de la firma. La medida de fuerza fue dispuesta por el sindicato petrolero regional, que lidera el senador nacional y número dos de la CGT opositora, Guillermo Pereyra, tras una asamblea de trabajadores en la que, además del repudio por los despidos, se denunció que la situación de la refinaría afectará indirectamente otros 2.000 empleos en la denominada cuenca neuquina.
La huelga, que se extenderá hasta las 20 de hoy y que, según anticipó el gremio, se repetirá durante 48 horas la próxima semana, paralizará la actividad en todos los yacimientos de la región y de profundizarse podría afectar el abastecimiento de petróleo en todo el país. “Hemos agotados todas las instancias de diálogo con el gobierno nacional, ya anteriormente suspendimos otras medidas, por lo que no nos pueden acusar de nada”, indicó Pereyra a El Cronista al justificar la determinación de la huelga. El sindicalista exigió garantías sobre el futuro laboral del centenar de operarios despedidos a partir de la oficialización del cierre de Renasa, y no descartó la alternativa de que el Estado nacional se haga cargo de la empresa.
También ayer desde YPF se expresó el compromiso, a pedido del Ministerio de Trabajo, de analizar diversas alternativas para el personal que prestó servicios en relación de dependencia para Renesa”.