En los primeros ocho meses del año el gobierno gastó casi lo mismo que todo el año pasado a pesar de una suba de un 80% en el boleto de colectivo y de más de un 400% en el gas. La importación de combustibles y la devaluación desbordan el presupuesto oficial. Según el portal de TN, los subsidios a sectores económicos completaron en los primeros ocho meses del año 135.606 millones de pesos, con una suba del 69 por ciento respecto del mismo período del año anterior, informó la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). De esta manera casi se igualan los $ 140.000 millones de todo el año pasado. Ante el creciente déficit fiscal, el Gobierno se animó a ajustar los subsidios a los servicios públicos, tras varios años de mantener las tarifas muy reguladas. En enero se anunció un incremento de 60% en el boleto de colectivo para Capital y el GBA. Y en julio, ante el reclamo salarial de la UTA, el gobierno decidió traspasarlo a tarifa, con otro aumento de 20 por ciento. Con la tarifa del gas se puso en marcha la tarea más costosa en términos políticos. Tras casi una década de tarifas congeladas, se anunció una quita progresiva de subsidios a hogares que derivó en aumentos en la boleta de hasta 670%, según el tipo de usuario y hogar. A pesar de este ajuste, los números siguen en un gravísimo rojo fiscal. El sector energético volvió a ser el principal destino de los subsidios, con $ 98.118,8 millones. Y para el transporte público, en los primeros ocho meses del año se destinaron $ 25.300 millones, un 49% más que el mismo período del año pasado. La importación de combustibles y la devaluación del peso frente al dólar complicaron las cuentas.