El Gobierno, las provincias petroleras e YPF negocian una reducción en el precio de los combustibles, en medio de la caída del precio de petróleo en el mundo.
Fuentes allegadas a las gestiones reconocieron al El Cronista que «se está estudiando un esquema complejo para que la baja en los precios no afecte al negocio».
Según indicaron en el Ministerio de Economía y admitieron en una petrolera, el resto de las empresas expendedoras de combustibles debería acoplarse a la baja del precio de las naftas que disponga la firma de control estatal conducida por Miguel Galuccio.
Como informó El Cronista ayer, el ministro de Economía, Axel Kicillof, comenzó a presionar por una baja en el precio de las naftas hace algunas semanas, mientras el barril de petróleo WTI se estabilizaba debajo de los u$s 60 (ayer ganó 1%, hasta u$s 56,45), luego de haber caído más desde junio. Las refinerías locales compran la producción nacional de petróleo más cara, a u$s 83 por barril. Ese es el valor del crudo de Neuquén tipo Medanito. Para el CEO de YPF, Miguel Galuccio, el precio de equilibrio que necesita la petrolera para mantener sus niveles de rentabilidad y seducir inversores para Vaca Muerta ronda los u$s 80 por barril.
En ese contexto, funcionarios de Hacienda comenzaron a tener reuniones con ejecutivos de YPF para bajar los precios. Razonan que los precios locales deberían seguir a los internacionales. En Economía entienden que el combustible más barato ayudaría a dinamizar el consumo y debería repercutir en una moderación de precios de toda la actividad, en momentos en que las ventas en las estaciones de servicio caen. Según datos oficiales, el consumo de combustibles se contrajo 1,8% interanual en octubre, con descenso tanto en la venta de naftas (2%) como de gasoil (1,5%).
Las petroleras se resisten. Los combustibles aumentaron 60% interanual por la evolución del tipo de cambio, ya que la devaluación (del 35% interanual) afecta sus costos dolarizados, indicaron, y no podrían bajar los precios sin una caída previa en el precio del barril local de referencia, hoy anclado en u$s 83.
Así, la alternativa preferida por Galuccio y los petroleros sería una reducción vía beneficios impositivos. Los impuestos representan hoy el 60% del precio de venta de los combustibles. De acuerdo con una información de Bloomberg que ratificaron a El Cronista fuentes al tanto de las gestiones, una de las posibilidades es que ese esquema implique una baja en el precio de venta de las naftas de hasta 7%. Así lo negociaban YPF, el Gobierno y las provincias petroleras nucleadas en la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi).