El Gobierno provincial resolvió quitar un área de exploración petrolera, preadjudicada desde 2003, a la empresa Misahar Argentina. Esa petrolera es propiedad del empresario kirchnerista Lázaro Báez. Si se analiza el contexto en el que esto, después de más de 11 años, sucede, se puede interpretar claramente que la “novedad” tiene implicancias políticas. Según Los Andes, la decisión del Estado mendocino aparece en un momento en el que la relación con la Casa Rosada no es de lo más armónica, luego de que el gobernador Francisco Pérez decidiera el desdoblamiento electoral. También se da cuando el empresario en cuestión parece haber caído en desgracia por las denuncias de lavado de dinero en su contra que le han traído más de un problema judicial a él y a su familia, además de una crisis económico-financiera a sus empresas. El área en cuestión, ubicada en Malargüe y cuyo nombre técnico es CN-VII/A, había sido preadjudicada por la Secretaría de Energía de la Nación mediante la resolución 154 en 2003. La única oferente fue, justamente, la sociedad anónima de Báez, quien hoy tiene una acusación por el delito de lavado de dinero y en marzo deberá presentarse a declarar ante un juez federal. Por ese caso, el empresario de la construcción, con reconocidos vínculos comerciales con Néstor y Cristina Kirchner, tendrá que explicar su vinculación con la compra de unos campos en Tunuyán, operación que se concretó por medio del asesor financiero Leonardo Fariña, hoy preso por no haber pagado los impuestos correspondientes por la compra y posterior venta de esa propiedad.