El brazo tecnológico de YPF verificó en la práctica su teoría sobre las fisuras subcríticas, lo que podría traducirse en menores costos y mayor producción en el negocio de los hidrocarburos no convencionales. Según Gustavo Bianchi, quien conduce la firma, ese tipo de avances revalida el rol de la investigación en la Argentina.
Orientada a contribuir a través de la innovación tecnológica con el crecimiento sostenido de la industria energética nacional, Y-TEC atraviesa una etapa de expansión que se refleja en números sumamente auspiciosos. “Cuando ingresé a la compañía éramos apenas 60 personas, mientras que hoy somos más de 300 investigadores. Estamos trabajando en más de 120 proyectos, además de que ya hemos solicitado seis patentes y hay otras 19 en proceso. Adicionalmente, tenemos firmados unos 80 convenios marco y 65 convenios técnicos específicos”, enumeró Gustavo Bianchi, gerente de la firma, quien disertó en un encuentro sectorial organizado por Society of Petroleum Engineers (SPE) Argentina.
Según sus palabras, los multidisciplinarios esfuerzos que viene realizando la compañía apuntan fundamentalmente a proveerle al país ventajas competitivas en pos de profundizar su desarrollo industrial y recuperar su autoabastecimiento energético. “En ese sentido, nuestra organización no debe verse como un gasto, sino como un centro de inversión”, destacó el directivo durante la presentación, que se llevó a cabo el 21 de abril en el Sheraton Libertador Hotel, a la que asistió El Inversor Online.
Con su nueva sede en plena instancia de construcción, Y-TEC tendrá a su cargo instalaciones por 11.000 metros cuadrados (m2), 72 laboratorios, 10 plantas piloto y una renovada gama de equipos. “Aunque nuestro foco esté puesto en el sector hidrocarburífero y nuestros primeros proyectos tengan esencialmente que ver con el aprovechamiento de los recursos no convencionales y la producción de yacimientos maduros, eso no significa que dejemos de lado otras actividades. De hecho, también estamos investigando y diseñando importantes propuestas vinculadas con el off shore, la energía del mar, la generación geotérmica y la solar, entre otras alternativas”, señaló.
En función de la puesta en valor de los hidrocarburos de Vaca Muerta, resaltó algunos avances específicos en rubros como el geoquímico (que posibilitarán obtener valores más confiables), el geomecánico (para reducir costos y tiempos), la automatización y el control (para identificar las mejores zonas a explotar) y los modelos numéricos (para optimizar la gestión de reservorios), entre otros campos.