La actividad en Vaca Muerta, el mayor reservorio no convencional de hidrocarburos del país, continúa aumentando. El anuncio de inversión de YPF y Chevron en Loma Campana -desembolsarán este año US$ 1600 millones- va en esa dirección, al igual que los proyectos de otras petroleras como Total, Pan American Energy (PAE), ExxonMobil y Shell, que están perforando la formación de roca madre de la cuenca Neuquina en busca de oportunidades de desarrollo de shale oil y shale gas.
Sin embargo, el gran interrogante en torno a la producción comercial de los campos no convencionales sigue siendo la economicidad de los proyectos. ¿A qué costo de perforación y completación son rentable los pozos? ¿Qué precio del petróleo se necesita para repagar las ingentes inversiones que demandará la explotación a gran escala de Vaca Muerta? Son los principales preguntas que se hacen hoy en día los directivos de las petroleras radicadas en Neuquén. Así lo consignó El Inversor Online.
Para despejar esas dudas, en la industria advierten que es preciso avanzar con el estudio de la geología y los reservorios de Vaca Muerta, en post de hallar los sweet spots de la formación; es decir, las zonas de mejor rendimiento productivo. No es una cuestión menor.
Sebastián Borgarello, vicepresidente consultor de Upstream de la consultora Wood Mackenzie, advirtió: “Lo importante es conocer en detalle la productividad de cada área dentro de la formación no convencional”.
En Eagle Ford, uno de las mayores formaciones shale de EE.UU., cada sub play tiene rendimientos diferentes, añadió. De los datos presentados por el especialista (ver Cuadro) se desprende que la explotación de la zona de condensados denominada Karnes es rentable con un barril de hasta 46 dólares, mientras que el subplay ‘Woodbine oil’ precisaría de un WTI a US$ 156 para ser económicamente explotable.
En consecuencia, aunque como totalidad Eagle Ford es la formación que más shale oil produce en Norteamérica, cada área posee una estructura de costos distinta. Así queda demostrado en el valor de cada pozo según de que subplay se trate. En la zona conocida como Maverick Condensate, el costo de un pozo ronda los US$ 9 millones, en tanto que en Woodbine Oil no supera los 6 millones.
Para replicar el nivel de conocimiento de cada zona de Vaca Muerta, compuesta por tres ventanas productivas (petróleo, gas y condensados), habrá que perforar miles de pozos a fin de obtener la información geológica que permite ponderar, en términos económicos, el rendimiento productivo de cada región.