Repsol advirtió ayer que redoblará la presión judicial y diplomática para boicotear el acuerdo de inversión que YPF se dispone a firmar con la norteamericana Chevron para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta. Lo hizo ayer, después de conocer un triunfo judicial simbólico en su disputa con la Argentina por la expropiación sin pago de sus acciones en la petrolera: un juzgado mercantil de Madrid aceptó dar curso a la demanda que Repsol interpuso contra YPF por «competencia desleal» y la unificó con otras querellas contra Chevron y Bridas, a las que los españoles acusan de buscar un beneficio «ilegítimo».
«Este fallo recuerda a los inversores internacionales que no respetan las reglas del juego que se las tendrán que ver con el imperio de la ley», dijo ayer el director de Relaciones Institucionales de Repsol, Arturo Gonzalo Aizpiri. Además, calificó la jugada de Chevron de «inaudita e inaceptable» y advirtió que la empresa seguirá gestionando ante la Unión Europea (UE) «acciones firmes» para sancionar a la Argentina y a la petrolera.
YPF anunció que firmará la alianza con Chevron el próximo martes; una operación que implicaría inversiones de 1500 millones de dólares para empezar la explotación del gigantesco campo neuquino, una de las mayores reservas mundiales de petróleo y gas no convencional.
Para Repsol equivale a otra declaración de guerra, que terminaría de congelar las señales hasta ahora fallidas que envió a Madrid en los últimos meses el gobierno kirchnerista en busca de saldar el conflicto por la expropiación y destrabar la inversión en Vaca Muerta.
«Europa necesita más poder para sancionar a empresas que se aprovechan ilícitamente de medidas arbitrarias de un gobierno, como está haciendo ahora Chevron», dijo el directivo de Repsol, durante la presentación de un informe sobre protección de inversiones en la UE en el que las acciones de la Argentina se tomaron como el caso testigo.
Repsol ha demandado a Chevron en tribunales de Nueva York y de España. La acusa de aprovecharse de información privilegiada sobre Vaca Muerta, obtenida mientras gestionaba con la propia Repsol -que descubrió el yacimiento- la posibilidad de firmar una alianza de inversión. Los norteamericanos se acercaron luego a la YPF argentinizada, sin tomar en cuenta el reclamo patrimonial de los españoles. Así lo consignó La Nación.
El fallo que se conoció ayer en los tribunales de Madrid puede reavivar la estrategia de presión contra Chevron. YPF había presentado un recurso para rechazar la demanda, en el que desconocía la competencia de los juzgados españoles para tratar la crisis derivada de la expropiación de abril de 2012.
Además de tomar el caso, el juez unificó las querellas contra Chevron y Bridas (de la familia Bulgheroni).
En ámbitos empresariales sostienen que la posibilidad de un fallo en España a favor del reclamo de Repsol podría tener no sólo un efecto reputacional para el gigante norteamericano, sino que incluso podría derivar en un embargo internacional.