Preocupa a las empresas que el Gobierno incremente la presión fiscal sobre el sector
La carga tributaria sobre las mineras llegará a representar hasta un 57% de la utilidad antes de impuestos, cuestionan las empresas. También se esperan aumentos en el esquema de retenciones a la exportación.
El debate en torno al impacto sobre la carga tributaria que pesa sobre el sector a raíz de la decisión del Gobierno de gravar la distribución de dividendos para compensar menores ingresos por la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias se robó la atención de los directivos presentes en la asamblea de la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM) realizada el 5 de septiembre en San Juan.
Un día antes, el bloque kirchnerista había otorgado dictamen en el Senado al proyecto que grava con un impuesto del 10% la liquidación de dividendos, y otro del 15% la compra-venta de títulos valores que no cotizan en la Bolsa.
Según un informe elaborado por Abeceb, la tasa tributaria que pesa sobre las mineras –que pondera el Impuesto a las Ganancias, las regalías y los derechos a la exportación– representa hoy cerca de un 51% de la utilidad antes de impuestos de las empresas. La presión fiscal de la Argentina es, así, más alta que en otros países que compiten por captar inversiones mineras, como Chile, Canadá, Australia, Colombia, Sudáfrica y Perú, entre otros.
Las mineras advierten que el gravamen de los dividendos no hará más que acentuar esa situación. Los primeros cálculos que circulan en el sector proyectan que la carga tributaria total llegaría al 57% de las utilidades brutas de las compañías. “Si a las mineras, en especial las junior, ya les era complicado conseguir financiamiento en el exterior por el ciclo de baja que afecta la industria a nivel mundial y los problemas cambiarios que sufre la Argentina, con estos cambios el escenario se torna todavía más adverso”, reconoció un encumbrado directivo de la CAEM.
En la Argentina, el impuesto a las Ganancias es del 35%; las regalías ascienden al 3%; y las retenciones a la exportación varían del 5% para productos semiterminados, como el oro y la plata, a un 10%, para los concentrados (cobre, níquel y hierro).
Más cambios a la vista
La principal preocupación de los empresarios mineros es que el impuesto a la distribución de dividendos no sea suficiente para recaudar los $ 1.300 millones anuales calculados por la AFIP. En la industria saben que algunos sectores del Gobierno –en especial, los que responden al viceministro de Economía, Axel Kicillof– y otros aliados de la Casa Rosada, como la CGT, tienen en carpeta medidas para incrementar las retenciones mineras a la exportación.
Un rumor en esa dirección sonó con fuerza durante la última semana de agosto. Hasta que directivos de la CAEM se reunieron con representantes de la CGT, quienes negaron avanzar en lo inmediato con la iniciativa. “Por ahora, quédense tranquilos, pero estén atentos”, fue la respuesta de diputados ligados al universo sindical.
Aun así, el sentimiento generalizado de la industria minera es que, más temprano que tarde, habrá modificaciones en el marco regulatorio del sector, según pudo constatar El Inversor Energético & Minero al consultar a ejecutivos de primera línea de las principales mineras.
“Sabemos que hay áreas del Gobierno con intenciones de elevar los impuestos a la minería. Sería muy contraproducente porque alejará a los inversores de la Argentina”, aceptó, casi con resignación, el presidente de una minera que opera en Santa Cruz.