La producción global de oro procedente de la minería va a seguir creciendo en los próximos años, impulsada por el incremento del precio del metal y el descubrimiento de nuevos y sólidos proyectos en diversos países. En los últimos meses varios informes emitidos desde diversos organismos apuntaban a un estancamiento de la misma a partir del año 2020.
Según la previsión de la consultora BMI Research, el futuro se presenta optimista para el sector del oro. “Nuestra previsión es que la producción global de oro va a crecer desde 105 millones de onzas (3.265 Tm) en 2018 a 125 millones (3.888 Tm) en 2026, con un crecimiento medio anual del 2,3%. Aunque se trata de un ritmo de crecimiento estable, es ligeramente inferior al crecimiento medio de los últimos ocho años, que ha sido del 3,1%”.
En cuanto a la evolución a corto plazo del precio, desde BMI pronostican que seguirá subiendo y promediará los 1.300 dólares la onza en 2018.
China va a seguir liderando la producción e influyendo en el crecimiento del precio, al igual que en el caso de otros metales. Según el informe, las principales compañías mineras chinas van a incrementar sus inversiones en explotaciones de oro en el extranjero, debido a que el crecimiento de la demanda de oro del país supera con creces la producción propia que, según BMI, se va a estancar durante los próximos años en el entorno de los 16,5 millones de onzas (513 Tm).
Desde BMI estiman que, en 2016, la región Asia-Pacífico acaparó el 44,7% de la actividad de fusiones y adquisiciones en la industria minera del oro mundial. Algunas de las mayores operaciones corrieron a cargo de los grupos chino Fosum International, que adquirió una participación del 10% en la compañía rusa Polyus Gold por 890 millones de dólares, y Shandong Gold, que invirtió 960 millones en la compra a Barrick Gold del 50% de la mina de Veladero (Argentina), además de comprometerse a incrementar las actividades de exploración en la zona.
También en 2016, la compañía estatal China National Gold Group invirtió 300 millones de dólares en la compra a Eldorado Gold de la mina de oro de Jinfeng, mientras que la compañía indonesia PT Amman Mineral International adquirió diversos activos propiedad de Newmont Mining en este país, por 1.300 millones de dólares.
BMI destaca también a Australia como uno de los actores principales en el negocio mundial de la extracción de oro y prevé que la producción en este país se incremente, debido a que la subida del precio del oro va a incrementar los márgenes de beneficio de las compañías mineras y la devaluación del dólar australiano va a propiciar la expansión de las explotaciones y el aumento de la inversión en las actividades de exploración por parte tanto de las grandes como de las pequeñas compañías mineras.
El informe destaca la actuación de la compañía australiana Newmont Mining (la segunda minera de oro mundial) como clave para esta mejora de los resultados de producción en el país. La producción estimada en sus explotaciones de Australia para el año 2017 oscilará entre 1,5 y 1,7 millones de onzas (46,6-52,8 Tm), con un gasto total de entre 205 y 240 millones de dólares.
En total, BMI prevé que la producción total de oro en Australia se va a incrementar desde los 10,5 millones de onzas (326,5 Tm) de 2018 a 13,2 millones (410,5 Tm), con un promedio de crecimiento anual del 3,1%, que le va a permitir permanecer como segundo mayor productor mundial de oro por un margen muy significativo. Y ello a pesar de que, desde Rusia, tercer productor, aseguren que van a superar la producción de oro de Australia.
Respecto a Rusia, BMI estima que el crecimiento de la producción por parte de la industria del oro de ese país va a ser moderado, mientras que el sector del oro en los Estados Unidos va a experimentar un crecimiento sostenido, apoyado por la subida de precio y la desregulación federal propiciada por la administración Trump, que va a permitir el desarrollo de nuevos proyectos gracias a la eliminación de muchas limitaciones medioambientales.
Fuente: Oroinformación
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