Afirman que se requieren más pequeñas productoras para que haya una revolución en el shale

Madalena Energy es una empresa canadiense de las consideradas pequeñas productoras, pero en la Argentina produce un millón de barriles de crudo por año y acaba de firmar acuerdos con Shell y Pan American Energy (PAE) para extraer mayores volúmenes de hidrocarburos en Neuquén.
«Acá, en la Argentina, no existen 1.000, 2.000 ó 3.000 operadoras chicas como en Canadá, con una estructura como la nuestra, que busca eficiencia operativa. Vengo diciendo hace tiempo que hace falta algo así para que haya una revolución del shale en el país», dijo a Télam Ruy Riavitz, gerente general de Madalena.
La compañía posee bloques y yacimientos en producción de petróleo convencional en Formosa, Salta, Río Negro y Neuquén, cuenca en la cual dispone de unos 500 kilómetros cuadrados en Vaca Muerta para el desarrollo de shale.
Uno de los pasos más relevantes de la compañía en la Argentina se produjo en 2014, cuando adquirió los activos de Gran Tierra Energy, también de origen canadiense, operación que se anunció oportunamente en la Bolsa de Toronto por un monto de 69 millones de dólares, decisión que permitió sumar campos convencionales y ampliar la oferta diaria de hidrocarburos.
Gran Tierra Energy había llegado al país en 2011 a partir de la adquisición de Petrolifera Petroleum, con activos en Colombia, Perú y la Argentina.
La incorporación de esa firma proporcionó a Madalena «una sólida plataforma para el crecimiento, ya que logró triplicar la producción de base de la empresa y aumentar significativamente el flujo de efectivo de sus activos argentinos», recordó Riavitz.
Desde ese momento «conformamos un portfolio más balanceado, racional y sustentable», puntualizó el máximo referente de Madalena en el país, «y nos convertimos en una empresa con perspectivas de gran crecimiento basadas en una importante posición en shale».
Reconoció finalmente las dificultades que debieron atravesar «por ser una compañía chica: dependemos de los costos y la liquidez del mercado de capitales», por lo cual «muchas veces, tenemos que ser más conservadores» en las decisiones empresariales y de inversión.

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