Bajo de la Alumbrera -yacimiento de cobre, oro y molibdeno a cargo de Minera Alumbrera, compañía operada por Glencore- se encuentra próxima a su cierre y, para ello, se ha comenzado a trabajar en la planificación de lo que será el advenimiento del fin de la extracción a cielo abierto u open-pit con miras a ejercer una correcta gestión ambiental, social y de seguridad.
El principal objetivo consiste en lograr la estabilidad física y química de las instalaciones que permanecerán en el sitio luego del cierre de la mina. En su interacción con los factores ambientales, se trabajará para impedir todo tipo de impacto que implique un riesgo para la salud de las personas o para el medio ambiente.
“Debemos lograr la integración de la infraestructura remanente en el sitio de mina con el ambiente natural de manera de mantener su estabilización en el tiempo. Encaramos esta etapa del cierre con una vasta línea de base, a partir de la recopilación de los estudios que realizamos durante 20 años de trabajo ininterrumpido. La plataforma de conocimiento contempla estudios sobre hidrología, biología, geología, suelos, hidrogeología, clima, además de sociales y culturales”, señala el informe emitido por la compañía.
De esta forma, el propósito primario de la gestión de cierre de mina en Alumbrera se centra en:
Lograr la estabilidad química a través de la prevención del Drenaje Ácido de Roca (DAR); lograr la estabilidad física de botaderos, dique de colas y open pit: recuperar la capacidad de soporte de vida silvestre del área intervenida; recomponer o equilibrar la red hidrográfica y lograr un paisaje compatible con el entorno; evitar riesgos en la salud y la seguridad de las personas durante el proceso de cierre; generar efectos positivos en el sistema socio-económico de la región.
Desde el punto de vista operativo, en 2017 continuaron las tareas que forman parte de los 44 Programas de Control Ambiental (PCA). Los PCA implican el seguimiento de actividades relacionadas con el medio ambiente y la presentación de informes periódicos y monitoreo de factores ambientales que intervienen en el plan de cierre. En este caso, las actividades de seguimiento del Programa de Control Ambiental vinculados al cierre de mina son: revegetación; seguimiento de funcionamiento de coberturas de escombreras y dique de colas; control de rehabilitación de botaderos; programas de control de calidad de agua en Vis Vis y en Campo Arenal; monitoreo de biodiversidad del sitio de mina, Campo Arenal, mineraloducto y DP2.
No obstante, como en 2017 se aprobó la extensión de la explotación de Bajo de la Alumbrera mediante la modalidad subterránea, las tareas inherentes al cierre se posponen por 10 años. En ese lapso, se explotarán dos fases del actual open pit. Durante 2018 y 2019 se realizarán las obras de infraestructura necesarias para adaptar las instalaciones al nuevo modo de extracción, que comenzará en 2020.
Mientras tanto, y junto a la puesta en producción de la nueva modalidad de operación, se comenzará a trabajar en tareas de remediación de aquellas áreas que no formarán parte del nuevo proyecto. “Los objetivos y tareas de cierre se mantienen vigentes, pero se posponen hasta el cierre de la siguiente etapa minera”.
Fuente: Slide Share
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