Sólo cinco empresas petroleras, cuatro nacionales y una extranjera, manejan el 70% de las superficie petrolera de Neuquén. Aunque la formación Vaca Muerta no pasa estrictamente por debajo de todos los bloques, el número sirve para concluir que un puñado de compañías es “dueño” de dos tercios del futuro gasífero y petrolero de todo el país.
Según datos de la subsecretaría de Hidrocarburos de Neuquén a los que accedió “Río Negro”, la empresa que más acreaje tiene es YPF, que junto con su subsidiaria Ysur opera en el 32,6% de las tierras petroleras. Le sigue la francesa Total con el 13,1%, mientras que Pampa Energía, con su reciente adquisición de los activos de Petrobras, desbancó a Pluspetrol (8,22%) del tercer lugar al sumar un 12,17%. Se incluye en este número las operaciones de Entre Lomas.
El quinto lugar es para la pequeña operadora Oilstone, que administra el 5,1% de acreaje de la provincia. Este es un caso particular porque es sus principales activos, las áreas de la zona conocida como Dorsal, el espesor de Vaca Muerta es insignificante o directamente no existe.
Estas cinco firmas representan el 71% de la superficie hidrocarburífera de Neuquén. El restante 30% se reparte en 12 petroleras, entre las cuales hay algunos pesos pesados como Exxon, Shell, Chevron o el Grupo Techint.
La estadística contempla sólo la superficie por operador y no por participación en los contratos, lo que alteraría algunas posiciones aunque el top cinco tendría casi los mismos nombres.
Cuando Vaca Muerta empezó a ganar titulares en 2013, la palabra “acre” comenzó a extenderse. Equivale a 0,4 hectáreas y es la unidad de medida de superficie más utilizada en el sector petrolero de Estados Unidos.
Históricamente, la superficie de terreno no era tan relevante para el negocio como lo es ahora. Esto se debe a que 3.000 metros debajo de cualquier punto de la provincia menos la zona de Cordillera hay presencia de roca madre. A más cantidad de acres, más Vaca Muerta y más posibilidad de explotación.
Sin embargo, como alguna vez le dijera a este diario sin demasiadas vueltas el reconocido empresario petrolero Oscar Vicente, “una parte de Vaca Muerta no sirve para nada”.
Hay una multiplicidad de factores que hacen que la misma roca madre tenga distintos rendimientos con pocos kilómetros de distancia. La disparidad a menudo sorprende y obliga a los especialistas a afinar el ojo y el lápiz para evitar fiascos petroleros.
Pero un buen primer paso será siempre tener la mayor cantidad de acres posibles en la cartera de activos y llegar tarde obligará a pagar más costos. Así les pasó a las grandes petroleras en Estados Unidos, donde, a diferencia de Argentina, hay cientos de operadores.
En el país del norte, la única referencia para estos temas, fueros pequeñas compañías en manos de emprendedores y especualdores –conocidos en la jerga como wildcatters– los que se lanzaron al negocio del shale. Así, muchos de ellos compraron derechos de subsuelo en formaciones centrales como Bakken o Eagle Ford que luego vendieron a las grandes petroleras. La multiplicidad de actores dinamizó el mercado, dividió riesgos y permitió desarrollar distintos pools no convencionales de forma simultánea.
En Argentina, YPF concentró el mayor acreaje sobre las formaciones no convencionales. Aunque sumó socios, sus espaldas no le permiten desarrollar todo el portafolio de proyectos que posee.
Otros operadores como Total también poseen más superficie de la que están dispuestos a poner en valor, en trazados de yacimientos pensados con otro concepto geológico como el gigantesco Aguada Pichana.
Finalmente, hay firmas como PAE y Shell que buscaron en el último tiempo engordar su cartera de activos a través de nuevas adquisiciones como operadoras.
“Tenemos que generar una ley de hidrocarburos que responda a un consenso mayor, pero no creo que sea éste el momento”.
Juan José Aranguren, ministro de Energía.
Los números
10 años
extendió las concesiones la nueva ley de Hidrocaburos, que para no convencional pasaron de 25 a 35.
8 años
puede una empresa dedicarse a la exploración no convencional.
250 km²
es el máximo de superficie que por ley puede otorgarse para una nueva concesión de explotación que no provenga de una de exploración.
LA “VACA ATADA”
Distribución de acres
YPF – 32,6% – La empresa de bandera junto a su subsidiaria Ysur manejan por lejos la mayor cantidad de bloques en Neuquén.
TOTAL – 13,1% – De la mano de los gigantes Aguada Pichana y San Roque, la francesa tiene gran presencia sobre Vaca Muerta.
Pampa Energía- 12,1% – Tras la compra de Petrobras (y Entre Lomas) la firma de Mindlin se reposicionó en el mercado.
PlusPetrol – 8,2% – La petrolera de capitales argentinos todavía no apunta masivamente a Vaca Muerta, pero tiene presencia.
OilStone – 5,1% – La pequeña operadora maneja bloques marginales, con escasos prospectos no convencionales.
PAE – 3,4% – La firma de los Bulgheroni gana terreno en el shale neuquino con nuevas adquisiciones, como Bandurria.