La minería, con su mezcla de tradición y desafío, está viviendo una transformación silenciosa. Bajo tierra, donde el tiempo parecía correr más lento, la tecnología aplicada a la minería se abre camino, transformando los paradigmas de producción, seguridad y futuro en la industria.
En este contexto, en la provincia de Santa Cruz, una explotación modelo se ha convertido en un ejemplo de cómo la innovación está redefiniendo las reglas. Se trata de Newmont Cerro Negro, que opera su yacimiento en el Macizo del Deseado, el la principal explotación de oro y plata de la Argentina. Aunque no es habitual asociar minería con automatización avanzada, las cosas están cambiando rápidamente. Cerro Negro acaba de incorporar más tecnología, particularmente el equipo Sandvik DS422i, una perforadora que podría marcar un antes y un después para la minería subterránea en Argentina. Pero más allá del brillo de la tecnología, lo interesante es lo que esto significa para las personas que trabajan allí, para su seguridad y para los estándares de producción.
Fuente: Energy Report
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