Juan José Aranguren, no pierde la confianza. Repite sin grietas el plan estratégico que lleva adelante desde diciembre de 2015. Asegura que todo va dentro de lo planeado y que en el futuro los resultados estarán a la vista. Directo y frontal, responde todo lo que se le pregunta sin evasivas y cada tanto reparte críticas al anterior gobierno nacional. En su discurso todo parece jugarse entre el pasado y el futuro.
El pasado lunes 26 de marzo participó de la inauguración de la central térmica Loma Campana que construyó YPF en el corazón de Vaca Muerta. Una inversión de más de 200 millones de dólares que podría abastecer a 380.000 hogares. Las turbinas se alimentan con 1,2 millones de metros cúbicos de gas (no convencional), equivalente al 2% de la producción provincial.
“El ministro de Hidrocarburo de Bolivia, Luis Sánchez estuvo ayer en mi oficina. Ellos dicen que han hecho un estudio con una empresa francesa y que cuentan con recursos importantes. Pero hay una diferencia importante: nuestra roca generadora está entre 2.000 y 2.500 metros bajo tierra y en el caso de Bolivia está a 6.000 metros. Esto quiere decir que está, pero los costos para sacarlo van a ser bastante más altos”, destacó el funcionario y consiguió la inmediata aprobación del gobernador Omar Gutiérrez.
El gobierno boliviano encargó estudios en la cuenca Madre de Dios, que se extiende hasta Perú, y en las zonas Sub Andino Norte, Pie de Monte, Llanura Chaqueña y Sub Andino Sur, que cuenta con la formación “Los Monos”, una capa geológica que también está presente en el subsuelo de Salta.
Si bien hasta el momento no trascendieron los resultados finales, se ventiló que cuentan con recursos gasíferos convencionales por 130 TCF (por las siglas en inglés de trillones de pies cúbicos). Mientras que los no convencionales quintuplicarían esos valores. Vaca Muerta fue calculada en 308 TCF de recursos técnicamente recuperables.
Fuente: Energy Press Bolivia