El mineral clave para la transición energética convierte al triángulo del Litio en motores económicos.
Argentina conforma, junto a Chile y Bolivia el denominado Triángulo del Litio, un mineral clave en la fabricación de sistemas de almacenamiento de energía más eficientes, limpios y ligeros. Los salares de estos tres países concentran el 85% de las reservas de litio de fácil extracción del planeta.
Según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), Argentina posee cuatro millones de toneladas de litio con potencial de explotación y Chile 9,3 millones de toneladas, concentradas en el Salar de Atacama. Las reservas estimadas de Bolivia están también entre las más grandes del mundo, con 9 millones de toneladas.
En el caso argentino, hay muchas empresas involucradas en la extracción del mineral y decenas de proyectos en desarrollo, mientras que en Chile participan fundamentalmente dos: la chilena SQM (Sociedad Química y Minera) y la norteamericana Albemarle. En Bolivia, donde el litio es de propiedad estatal, el gobierno ha firmado convenios con compañías chinas y rusas para que procesen el material extraído por la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
En 2024, la máxima productora de litio a nivel mundial fue Australia, con 88.000 toneladas métricas producidas. En su caso, las reservas estimadas alcanzan las 7 millones de toneladas. El resto de la producción del año pasado se repartió entre Argentina, Chile, China y Zimbabwe.
Fuente: energias-renovables