El Gobierno argentino de Alberto Fernández estudia la posibilidad de incursionar en proyectos relacionados con la explotación de uranio con tecnología de la corporación de energía nuclear de Rusia Rosatom, afirmó esta semana el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme.
«Hace pocos días recibimos una oferta de la Embajada rusa y de la empresa Rosatom de explorar las posibilidades de desarrollo de minería de uranio», señaló el secretario durante una teleconferencia con medios de comunicación que presidió el canciller Felipe Solá.
La explotación de uranio se realizaría con «nuevas tecnologías ´amigables´ con el medio ambiente» de la corporación estatal Rosatom, una posibilidad que el Ejecutivo nacional espera comprobar antes de trasladar esa propuesta a las provincias que tienen yacimientos de uranio.
La Argentina posee importantes reservas comprobadas de uranio, que totalizan 30 mil toneladas, distribuidas en yacimientos ubicados en las provincias de Salta, Mendoza, Chubut, La Rioja, San Luis y Córdoba.
El yacimiento más importante es el de Sierra Pintada, en Mendoza, con un potencial de alrededor de 20 mil toneladas.
Memorias de un entendimiento
La avanzada minera por el uranio muestra que supervive a las banderías políticas. Las conversaciones que se retoman ahora bajo el gobiernod e Alberto Fernández tuvieron su antesala en mayo de 2018, cuando el expresidente Mauricio Macri firmó el Memórandum de Entendimiento con el Premier Vladimir Putin, y despertó una ola de consultas por el uranio en Chubut. En esa oportunidad varias empresas realizaron sondeos por 20 yacimientos de este mineral en el territorio. Después de mucho tiempo, la provincia comenzó a mover el debate de una posible zonificación o la prohibición total de la minería. Sin embargo el complejo escenario político y económico no permitió más avances.
Concretamente en Chubut hay 20 yacimientos que cuentan con estudios geológicos que determinaron una alta factibilidad de concentración de uranio. Gran parte de estos proyectos están situados en la Meseta Central.
Uno de los más populares en Chubut por su dimensión es el yacimiento Cerro Solo que está bajo el control de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). De los estudios, decantan que los campos aseguran 4.420 toneladas de uranio y un potencial de 4.810 toneladas.
El yacimiento «Laguna Salada» bajo la órbita de la firma canadiense U308 Corporation tiene 2.430 toneladas aseguradas y 1.640 inferidas.
«Laguna Colorada», administrado por la CNEA, garantiza 100 toneladas y un total de 60 inferidas; en tanto que «Meseta Central» de UrAmérica S.A. proyecta más de 7.000 toneladas de Uranio.
Los otros yacimientos son «El Regalo», «El Tropezón», «La Bombilla», «La Pampa», «Los Adobes», «Guanaco», «Regalo», «Bororo Nuevo», «Bajo del Gualicho»m «Sierra Chata», «Bajo Colorado», «Mirasol», «Cóndor», «Cerro León», «Sierra Cuadrada» y «Cañadón Gato Krugger».
En el caso de Bajo del Gualicho, Sierra Chata y Bajo Colorado, los emprendimientos están ubicados en la zona noreste de Chubut; en tanto que en el caso de Cañadón Gato Krugger, está situado en la zona sur de la Provincia.
Cooperación ferroviaria
Además de la posibilidad de la extracción de uranio, Argentina y Rusia podrían llegar a un acuerdo para renovar vagones y trenes del ferrocarril San Martín.
Rusia, está participando en una licitación internacional promovida por el Gobierno para renovar los vagones y trenes del ferrocarril San Martín, que comunica la ciudad de Buenos Aires con el noroeste bonaerense.
«En este momento estamos con un intercambio fuerte con la industria ferroviaria rusa que tiene una base en Buenos Aires», destacó Neme durante su intervención.
En términos generales, el secretario reconoció un «fluido contacto con la Embajada rusa en Argentina». «Argentina es proveedor de carne y de frutas a Rusia, y Rusia es un gran productor de granos», especificó.
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y la Federación Rusa tienen el carácter de asociación estratégica integral en base a la declaración conjunta que suscribieron ya en el año 2015 entre la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par ruso, Vladímir Putin. Fuente: Chubutonline.com
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